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Dos informes desenmascaran la débil gestión de AyA, el Minae y el Ministerio de Salud en cuanto al agua. La muestra más reciente fue la contaminación del acueducto metropolitano, en Puente de Mulas e Ipís.
Comisión Nacional de Aguas
Puente de Mulas (Belén): es vulnerable en cualquier momento y ante cualquier evento natural. Su sistema de cloración no garantiza la desinfección.
La fuente Zamora (en el tajo propiedad de la empresa Pedregal, Belén): en el acuerdo entre AyA y la empresa no se incluyeron los requisitos mínimos para protegerla. La capa protectora del acuífero ha sido dinamitada "a la vista de las autoridades encargadas".
El tajo avanza sin que se haya podido saber si han actualizado los estudios sobre tope de explotación permitidas.
La planta de Ipís (Goicoechea): sin método para identificar contaminantes. Hay vigilancia deficiente de la zona de protección sanitaria de las fuentes que abastecen la planta.
Defensoría de los Habitantes
Puente de Mulas: en el caso de la fuente Zamora el Minae no estableció tope de explotación, no vigiló el cumplimiento de los límites de explotación ni gestionó que el concesionario rindiera depósito de garantía para daño ambiental.
No se conocen gestiones de AyA para proteger la fuente, que ha aparecido intermitentemente contaminada con materia fecal.
El Ministerio de Salud limitó su intervención al trámite y concesión de permisos de explotación del tajo. Nunca revisó la operación de la cantera.
Planta de Ipís: antes y después de la contaminación del 14 de julio se han registrado otros eventos similares. Hay evidente violación de la zona de protección de ríos y captaciones.
Algunas recomendaciones
Ambos informes piden sacar de operación el tajo Zamora.
La Comisión recomienda intervenir la Dirección de Geología y Minas.
La Defensoría propone un proceso administrativo para definir responsabilidades entre los funcionarios a cargo de vigilar los trabajos en el tajo.
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