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Un vendedor de lotería que fue asaltado por dos motociclistas, en Guápiles, no se quedó tranquilo... tras el atraco tomó su vehículo y dio alcance a los delincuentes a los cuales hirió de bala en el cementerio local.
Sin embargo, para el vendedor Arnulfo Montero la historia tuvo un final doloroso: una bala que le dispararon los asaltantes le atravesó un pulmón.
Todo comenzó en el centro de Guápiles, cuando los motociclistas lo amenazaron con un arma y lo obligaron a entregarles un maletín en el cual llevaba cerca de ¢1 millón producto de su trabajo.
Tras el golpe, el comerciante tomó su pistola y vehículo y siguió a los delincuentes hasta el cementerio, en donde protagonizaron una balacera.
Allí, uno de los hampones fue impactado en la cabeza por un proyectil está en muerte neurológica y Montero recibió un balazo en el cuello que le perforó un pulmón.
El segundo asaltante también resultó herido. Una bala lo alcanzó a la altura del abdomen, pero logró escapar.
Durante la fuga, el malhechor interceptó a una familia que viajaba en su carro. Durante varios minutos los tomó como rehenes.
La familia fue liberada en Río Blanco, pero el asaltante siguió con el auto. Este apareció abandonado un kilómetro después, sin gasolina, y el hombre entró en la montaña.
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