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Santa Bárbara. El tiempo es el mejor aliado (o enemigo) que un técnico puede tener. Para Juan Carlos Arguedas, se ha convertido en el pilar del triunfo.
Arguedas descifra con paciencia y detenimiento los códigos de sus rivales, lee con profundidad el juego y, echando mano a sus jugadores, logra combinaciones que valen puntos de oro.
Ayer no fue la excepción, cuando el Carmelita logró vencer a Liberia, equipo que venía decidido a llevarse al menos un punto.
Pero hay que dejar claro que Liberia no dominó un solo minuto del juego. Buscó salidas y esperó los errores de la parte baja carmela, errores que nunca llegaron.
A solo tres minutos de iniciado el juego, Alejandro Sequeira lanzó un disparo que salió al costado derecho de portero liberiano José Bonilla. Fue el anuncio del papel clave que tendría el atacante.
El primer gol local llegó tras una jugada de Gustavo Hernández, quien cruzó el medio campo y se midió mano a mano con el portero Bonilla. El arquero ganó el duelo, pero con tan mala suerte que al rebotar el balón, este se quedó en las piernas de Sequeira, justo de cara al marco.
Ese olfato de goleador que todo delantero debe tener, le sirvió a Sequeira para abrir el trecho por donde pasarían las demás anotaciones verdolagas.
Mérito. En un lapso del juego pareció que los pupilos de Arguedas estaban satisfechos. Mientras tanto, el estratega liberiano, Juan Diego Quesada, se molestaba constantemente con el cuarteto arbitral. En uno de estos reclamos, el cuarto árbitro no lo pensó dos veces para llamar al central y pedir la expulsión de Quesada; corría el 53’.
Liberia quedó acéfalo y sin ideas. Sus cambios no fueron efectivos: ni la incorporación de un volante de salida como Jesús Villareal ni el refresco de la defensa evitaron el naufragio liberiano.
Lo inevitable estaba por suceder: al 73’, Daniel Jiménez creó su propia jugada y en una artística media vuelta sacó un suave remate a la izquierda, imposible de detener para el guardameta liberiano.
Y cinco minutos después, Alejandro González se pondría una flor en el ojal, recibió un balón rechazado por el portero Bonilla y con serenidad sentenció el 3 por 0.
A gol por punto, Liberia se hunde más y Carmelita sigue como líder general, invicto y soñando con grandes cosas.
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