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Con cinco libros en la mano y actitud de catedrático, el presidente de Guatemala, Alfonso Portillo, atribuyó ayer los ataques que recibe en su país a la oposición de poderosos grupos económicos opuestos a sus políticas reformadoras.
Portillo habló ayer durante más de una hora en la graduación de 52 estudiantes de la Escuela Centroamericana de Ganadería (ECAG) en Balsa de Atenas.
El gobernante guatemalteco viajó a Costa Rica durante pocas horas mientras en su país causaba revuelo la versión de que Estados Unidos podría revocarle la visa de ingreso, por su presunta responsabilidad en actos de corrupción.
Sin referirse a las acusaciones, el mandatario enumeró una serie de decisiones que en su criterio le han ganado los ataques de los sectores económicos más poderosos.
Mencionó, por ejemplo, la reforma fiscal, la ley de desarrollo social y una propuesta para producir medicamentos genéricos, además de las rupturas de los monopolios de los fertilizantes, productos lácteos, el cemento y el azúcar.
"No se imaginan lo dificilísimo que fue, todos los ataques que tuve por atreverme a romper monopolios en Guatemala. Que se recuerde eso en la historia va a ser mi mejor premio, y no me importa lo que me han dicho otros, que hasta de mi familia se han acordado", dijo.
El mandatario guatemalteco recordó que en su país el café “se sembró a sangre y fuego” y añadió: “y seguimos a sangre y fuego”.
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