La holandesa Michaela Krajicek ya cumplió uno de sus propósitos de año nuevo: dejó atrás su posición 155 del ránking mundial y hoy es la nueva campeona de la Copa del Café.
A tres días de cumplir los 14 años, la joven sorprendió por su fuerza, precisión en los remates y constancia para subir a la net.
En un juego relativamente sencillo, ayer venció a la rusa Alisa Kleybanova, de 14 años. Después de 58 minutos el marcador finalizó 2 sets a 0, con parciales de 6 a 3 y 6 a 1.
Michaela impuso su ritmo. No esperó a entrar en calor y fue muy agresiva en cada golpe.
Sin compasión, le quebró el servicio a su rival en dos ocasiones a lo largo del primer tercio del encuentro y así logró un objetivo más: desconcentrarla.
Fue atrevida, y mientras Kleybanova se limitó a defenderse atrás, la holandesa le apostó a los remates cerca de la red, a la precisión de sus servicios y a los cambios de dirección.
La rusa lució nerviosa y cometió dobles faltas durante los saques, y estos errores le pasaron la factura.
También fue víctima del desgaste al que la obligó la velocidad del juego de Michaela. Sin embargo, ella no decayó y se esforzó por sacar puntos de valor en la pizarra y en la memoria.
Pero su entrega no alcanzó. En el segundo set la facilidad con que Michaela la venció quedó más que evidente: 6 a 1.
Las pocas personas que llegaron a la cancha-estadio del Country Club aplaudieron su entrega.
Caliente
Michaela llegó a la final luego de dejar en el camino a la sembrada número uno del torneo, la eslovena Andreja Klepac.
Y por destinos de su buen juego, ayer se adjudicó su tercer torneo en tres semanas. Su nombre y apellido ya quedaron en el Casablanca y Yucatán (México).
Kleybanova, por su parte, también llegó con un título en su maleta: el campeonato del Orange Bowl, categoría sub-14. Ella apareció como la sembrada seis de la Copa y en el camino dejó de lado a la número tres, Sanja Ancic.
Ambas tienen edad para jugar cinco Copas del Café más.