En declaraciones destinadas a suavizar las relaciones con Washington, el Primer Ministro y el Canciller de Francia condenaron ayer manifestaciones antiestadounidenses y dijeron estar al lado de las democracias en la guerra con Iraq.
Los comentarios a los legisladores formulados por el primer ministro, Jean Pierre Raffarin, y el canciller, Dominique de Villepin, reflejaron las inquietudes en París de que la posición francesa contra la guerra pueda dañar las relaciones con Washington.
"Hay que estar atentos a toda manifestación antiestadounidense, que sería inaceptable", dijo Raffarin a representantes del Parlamento en una reunión en su oficina, según el vocero Jean Francois Cope.
Villepin, que la semana pasada no respondió a la pregunta de un periodista acerca de quién quería que ganase la guerra, dijo en el Parlamento que Francia está firmemente del lado de sus aliados.
Pese a dichos comentarios, Francia no ha elogiado la guerra ni se ha retractado de su posición de que las Naciones Unidas deberían ser el foro para decidir dichas cuestiones.