Al Gobierno, la certificación asegura que los bienes o servicios cumplen requisitos relacionados con la salud, la seguridad y el ambiente.
A la industria , la certificación permite demostrar la conformidad con los requisitos técnicos.
Al consumidor, lo protege en la adquisición de productos o servicios de mala calidad; además, le permite acceder mecanismos donde puede presentar sus quejas o sugerencias.