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Ser más rigurosos en la aplicación de las normas de construcción y mayor control de las operadoras de aeronaves son las únicas medidas para evitar más accidentes aéreos en las cercanías del aeropuerto Tobías Bolaños, en Pavas, San José.
Así lo manifestó ayer Alejandro Pinto, director de Aviación Civil, para quien ya ni siquiera cabe hacerse la pregunta de si es posible cerrar esa terminal.
´Para él, la única posibilidad es aprender a convivir con las áreas urbanas, como ocurre en muchas otras ciudades del mundo.
"El tema está prácticamente cerrado. Pavas está ahí y tenemos que aprender a convivir. Sabemos que está en un valle bastante complejo para la navegación, por sus montañas y climas", explicó.
A pesar de la existencia de múltiples accidentes en la zona, incluso con víctimas mortales, Pinto aseguró que no existe ninguna constante o “hilo común”.
“La tendencia mundial es que en un 90 por ciento los accidentes ocurren por errores humanos, que normalmente se le achacan al piloto por ser el último eslabón, pero hay que ver toda la cadena”, dijo el funcionario.
Entre estos accidentes ocurridos en los alrededores del Tobías Bolaños están:
1990: un choque de avionetas costó la vida del embajador japonés Chusako Nomura, y su instructor de vuelo, Albert Hansen.
Setiembre de 1998: dos personas mueren al desplomarse la avioneta a tres minutos de despegar del Tobías Bolaños.
Enero del 2000: un avión se desplomó sobre una vivienda en Rohrmoser, Pavas. Hubo cinco muertos y 15 heridos.
Marzo del 2002: una aeronave cayó y explotó cuando despegaba del Tobías Bolaños. El piloto logró ponerse a salvo.
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