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El Arzobispado de San Salvador presentó ayer una querella contra efectivos del ejército salvadoreño que cometieron una masacre de 49 personas en 1982 en una comunidad rural del oriental departamento de Morazán.
La acusación formal contra los efectivos del ahora proscrito batallón Atlacatl fue presentada ante la Fiscalía, en la capital, por la directora de la Oficina de Tutela Legal del Arzobispado, María Julia Hernández.
Según el organismo, la matanza fue cometida por el temido batallón contrainsurgente Atlacatl al amanecer del 18 de abril de 1982 en el caserío Barríos.
La estructura de mando del Batallón en 1982, según la parte demandante, estaba encabezada por el coronel Domingo Monterrosa, fallecido en 1984 cuando la guerrilla le hizo creer que había decomisado unos transmisores de radio que Monterrosa subió a su helicóptero. El militar murió debido a que los transmisores contenían cargas explosivas.
Las víctimas, principalmente niños, mujeres y ancianos, fueron llevados al centro de la comunidad donde los tiraron al suelo, boca abajo, los interrogaron sobre sus posibles vínculos con la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), y luego los mataron.
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