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La justicia belga condenó ayer a 10 años de prisión al exfutbolista tunecino Nizar Trabelsi por haber preparado un atentado contra una base militar belga que alberga soldados estadounidenses, y a otros 17 islamitas por su relación con la red terrorista al-Qaeda, declararon fuentes judiciales.
Trabelsi fue detenido en su apartamento de Bruselas el 13 de setiembre del 2001, dos días después de los atentados de Estados Unidos, y durante el juicio, el pasado mes de julio, confesó haber preparado un atentado fallido contra la base militar belga de Kleine Brogel.
Extoxicómano, en el 2001 viajó a Afganistán, donde hizo un curso de explosivos, y a continuación fue enviado a Bruselas, donde preparó el atentado.
El abogado de Trabelsi indicó que este estudia apelar la sentencia.
De los otros 22 detenidos en relación con al-Qaeda, cinco fueron absueltos y el resto fue condenado a penas entre dos y seis años de prisión.
Ellos están acusados de haber dado ayuda a Trabelsi para preparar el atentado, de haber reclutado voluntarios en Bélgica a fin de viajar a Afganistán, o de ambas acciones.
Según la presidenta del tribunal, Claire de Gryse, en Bélgica se creó un "centro de fundamentalistas" entre comienzos del 2000 y fines del 2001 con “una asociación estructurada que se dedicaba a la falsificación de pasaportes y de visados para facilitar el envío de voluntarios a Afganistán” para unirse a la lucha armada dentro de los grupos islamitas o para cometer atentados en occidente, precisó.
Uno de los condenados a seis años de cárcel, Tarek Maarufi, fue presentado por la acusación como la columna vertebral del islamismo radical en Bélgica.
Tarek Maarufi estaba inculpado tanto por colaborar con Trabelsi en la preparación del atentado contra la base militar como por reclutar voluntarios en Europa para enviarlos a Afganistán con pasaportes falsos.
Con este método viajaron al parecer a ese país los dos falsos periodistas tunecinos que asesinaron al comandante Masud, el jefe de la Alianza del Norte que enfrentó a los talibanes, el 9 de setiembre del 2001, dos días antes de los atentados de Estados Unidos, aunque la fiscalía no ha podido establecer aún si los miembros de esa célula belga estaban al tanto de este asesinato.
Por su parte, el belga de origen argelino Amor Sliti, condenado a cinco años de prisión, viajaba constantemente entre Afganistán y Europa y desempeñaba un papel importante en la búsqueda de voluntarios y en la puesta en marcha de una estructura de acogida en Afganistán, según la presidenta del tribunal.
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