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El presidente colombiano, Álvaro Uribe, defendió ayer ante la ONU el proyecto que prevé dejar en libertad condicional a los alzados en armas que se desmovilicen, que ha sido criticado en Colombia y el extranjero por considerarlo una amnistía encubierta.
"Para derrotar el terrorismo no tenemos dilemas. Empero, hay momentos que demandan ajustar la ecuación entre paz y justicia", añadió, reconociendo que el proyecto generó controversia nacional e internacional.
“En un contexto de 30.000 terroristas, la paz es la mejor justicia para una nación en la cual varias generaciones no han conocido un día sin actos de terror”, declaró Uribe.
El proyecto del gobierno que da libertad condicional a los insurgentes que abadonen las armas ha sido férreamente criticado por la ONU, un grupo de congresistas norteamericanos y organismos como Human Rights Watch (HRW), que creen que dejará impunes delitos atroces.
Los legisladores estadounidenses, encabezados por el demócrata Tom Lantos, aseguraron, en una carta, que la iniciativa dejaría sin prisión a narcotraficantes y a los violadores de los derechos humanos.
Apoyo en Washington
Pese a las críticas, Uribe recibió el espaldarazo del secretario de estado norteamericano, Colin Powell, con el cual se reunió después de visitar la ONU.
Uribe tuvo un encuentro de media hora con Powell en Washington, donde reafirmó su compromiso con los derechos humanos en un esfuerzo por despejar una polémica generada por sus ataques contra algunas organizaciones de derechos humanos.
Powell dijo a periodistas que había felicitado a Uribe por su discurso y agregó: “Me impresionó a medida que iba detallando para el mundo, para la comunidad internacional, todos los éxitos que Colombia ha tenido en el último año para reducir la violencia, para destruir los cultivos ilícitos en todo el país”.
“Estoy convencido de que está comprometido con los estándares más altos de los derechos humanos”, señaló Powell, quien así dejó entrever que la Casa Blanca había dado por superado un incidente en el que Uribe acusó a algunos grupos de derechos humanos en Colombia de ser “cobardes y politiqueros al servicio del terrorismo”.
En su pronunciamiento ante la ONU, Uribe dijo que en los primeros nueve meses del año, 70 por ciento de los cultivos ilícitos fue erradicado, los secuestros disminuyeron en 35 por ciento y los homicidios en un 22 por ciento en comparación con el mismo período del 2002.
Powell también le ofreció la entrega de entre dos y cuatro aeronaves más para las fumigaciones de los cultivos de drogas en los próximos días, informó el Presidente a los periodistas.
En su discurso ante la ONU, Uribe dijo: “Por acendrada convicción democrática, ratifico nuestro compromiso con los derechos humanos”.
Aunque no se retractó explícitamente de sus ataques contra ciertos grupos de derechos humanos, dijo a los periodistas que su propia esposa le reprochó la dureza de sus declaraciones.
Según José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch, las declaraciones de Uribe “logran hacer un control de daño imprescindible si quiere seguir teniendo apoyo en Washington”.
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