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A don Álvaro no se le escapa ni una

Barva. "Uy… es que hasta que sentí un escalofrío cuando pasó esa mujer; es que a estas alturas lo único que uno puede hacer es eso, ver chiquillas", comenta –con su inseparable gran sonrisa– don Álvaro Jara Montero.
Con 69 años complementa su pequeña pensión cuidando carros en el parque de Barva de Heredia.
Jara laboró en la Municipalidad, pero un padecimiento en el corazón lo obligó a pensionarse.
“Yo vivo con mi señora, tuvimos seis hijos, pero gracias a Dios ya todos están casados... Aunque todavía puedo pedirme una segunda rondita, ¿muy feo?”, comenta con picardía.
Y es que no hay manera de entrar en materia seria con este hombre de espíritu sonriente.
Cuando se le preguntó si sabía por qué a ese cantón le pusieron Barva, respondió: “Es que el primer chamaco que vino a vivir aquí era muy barbudo. ¿O no fue así?”.

  • POR Emilia Mora
  • Nacional
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