El deterioro de la salud del presidente palestino, Yaser Arafat, ha agudizado las divergencias en el seno del movimiento nacionalista al-Fatá, donde la vieja y la nueva guardia luchan abiertamente por el poder.
"La situación es muy delicada porque se ha perdido el consenso dentro de al-Fatá, Arafat está muy enfermo y todo podría explotar si el Presidente fallece", dijeron a EFE fuentes del movimiento.
Las divisiones en el Consejo Legislativo palestino han bloqueado las maniobras del primer ministro Ahmed Qureia para formar un gabinete, tras ser nombrado a dedo por Arafat, quien a su vez el pasado domingo se vio obligado a formar un gobierno de crisis por decreto presidencial.
El gobierno de crisis está compuesto exclusivamente por miembros del movimiento nacionalista de al-Fatá, fieles al presidente de la Autoridad Nacional Palestina.
Al-Fatá fue el primer grupo organizado de resistencia palestina, –creado en la clandestinidad por Arafat en octubre de 1959– y el prólogo de lo que más tarde, en 1964, daría lugar al nacimiento de la Organización para la Liberación de Palestina.