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En los países desarrollados el 80% de la población adulta ha completado al menos la educación secundaria, pero en Costa Rica apenas un 30% llega a la enseñanza diversificada.
El 9.° informe del Estado de la nación, divulgado ayer, insiste en que hay una estrecha relación entre educación e ingresos.
"Los rezagos educativos inciden en las posibilidades de movilidad social futura y en el bienestar económico presente", detalla el estudio.
En un análisis del período 1997-2002 se demuestra que entre los jóvenes que alcanzaron como máximo el tercer año de colegio, más del 95% trabajaba en labores de baja calificación y mal remuneradas.
Entre quienes alcanzaron a llegar a la educación diversificada, el 15% desempeñaba ocupaciones profesionales, y quienes contaban con algún estudio universitario, poco más del 66%, se colocó en puestos de carácter profesional.
Sin embargo, de los niños que en 1987 entraron a primer grado de escuela, menos del 40% pudieron terminar la secundaria.
Mientras que la educación primaria cubre a la totalidad de menores en edad escolar, al pasar al colegio la tasa neta de escolaridad desciende a 64,9% para el tercer ciclo y a 36% para el cuarto.
Empero, el informe del Estado de la nación reconoce que ha habido una mejoría especialmente desde 1995, cuando las tasas era de 56,7% en el tercer ciclo y 30,5% en el cuarto.
Frente a las proyecciones de aumento de la población adulta mayor y la reducción de nacimientos, para el país es estratégico dar una excelente educación a los niños y adolescentes (1.275.299 entre 8 y 22 años) que se integrarán al mercado laboral a partir de ahora y hasta el 2020.
Si este grupo –proporcionalmente más grande que otros segmentos de la población– logra obtener una buena formación y colocarse en empleos calificados y bien remunerados, el país podrá experimentar un fuerte impulso en la creación de riqueza.
Pero el aumento de la cobertura en los colegios requiere un importante esfuerzo económico.
En el 2002, el Ministerio de Educación Pública (MEP) estimó que el empeño por mantener a los jóvenes en el sistema eleva la inversión anual por estudiante de ¢277.110 a ¢766.235.
“Con ese estimado, la ampliación de la cobertura de la población de 12 a 18 años costaría el equivalente a entre un 8% y un 26% del presupuesto del MEP para el año 2003”, estimó el 9.° informe del Estado de la nación.
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