Al menos 40 combatientes y un civil murieron por enfrentamientos en tres caseríos del norte de Colombia controlados por paramilitares de ultraderecha y atacados por guerrilleros izquierdistas, informó ayer la policía.
Los combates, que comenzaron en la madrugada del martes, se produjeron en los caseríos de Pozo Azul, Pueblo Nuevo y Monterrey, ubicados en una zona selvática y montañosa del departamento de Bolívar, a 320 kilómetros al norte de Bogotá.
"Hubo un ataque masivo de la guerrilla contra tres zonas controladas por autodefensas. La información preliminar que tenemos es que una mujer civil y al menos 40 combatientes de esos grupos ilegales murieron", dijo a Reuters el comandante de la policía de Bolívar, coronel Jesús Gómez.
FARC y ELN
El oficial responsabilizó del ataque con bombas, granadas, fusiles y ametralladoras a guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), contra el Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Campesinas.
La región es estratégica para el cultivo de coca y el procesamiento de sus hojas para fabricar cocaína, la principal fuente de financiación de la guerrilla y de los paramilitares.
Gómez aseguró que siete campesinos resultaron heridos y fueron evacuados al hospital del vecino municipio de San Pablo.
En el marco de los enfrentamientos varias viviendas campesinas fueron destruidas y algunos vehículos incendiados.
El comandante policial no especificó si los combatientes muertos pertenecían a la guerrilla o a los escuadrones paramilitares de ultraderecha, ilegales grupos armados que combaten a los rebeldes en medio de un conflicto interno de casi cuatro décadas y que deja miles de muertos al año y millonarias pérdidas a la economía del país.
Efectivos del ejército y de la policía, con el apoyo de varios helicópteros, fueron enviados ayer mismo a la zona de los combates para tratar de restablecer el control en los próximos días.