Una pieza clave de la organización montada para asesinar a Parmenio Medina estaría fuera del país. Se trata de Felipe, alias "Sandy", exconvicto en Costa Rica y posiblemente de origen dominicano.
Su nombre atraviesa, de principió a fin, la confesión que uno de los presuntos miembros de la banda, John Gutiérrez Ramírez rindió ante el Ministerio Público (órgano acusador del Estado).
Allí se indica que posiblemente “Sandy” habría viajado a República Dominicana.
Felipe o “Sandy”, es el último de los nombrados por Gutiérrez que aún no ha sido detenido.
Ayer ante consultas realizadas con Interpol Costa Rica y el Ministro de Seguridad Pública, Rogelio Ramos, se indicó que la Fiscalía aún no les ha solicitado, formalmente, localizar a este sujeto en el extranjero.
Sin embargo, el ministro Ramos agregó que fuentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) le indicaron que Felipe, ya fue localizado en República Dominicana.
Dijo que se requerirá su presencia en Costa Rica.
Reclutador y enlace
Según el testimonio de Gutiérrez Rámirez, “Sandy” fue quien lo reclutó para el crimen.
Habría sido también quien presentó a Gutiérrez con Jorge Castillo Sánchez y Omar Chaves Mora.
Además, habría acompañado a Gutiérrez hasta Guápiles a la casa de Nicho Murillo y el Indio Aguirre, presuntos autores materiales del homicidio del productor radial Parmenio Medina, perpetrado el pasado 7 de abril del 2001.
“Sandy”, habría recibo por sus servicios ¢3 millones de los ¢13 millones que se transaron para encargar el crimen.
Su nombre aparece en los momentos cruciales de la planificación y ejecución de Parmenio Medina y también es señalado como una de las dos personas (el otro sería Castillo Sánchez) que almorzaron junto con Gutiérrez a la espera de ver por televisión la noticia del homicidio.
Conexiones violentas
Gutiérrez Ramírez relató ante la Fiscalía, el 12 de noviembre pasado, que sus primeros contactos con Felipe fueron a través de Max, uno de los miembros de la banda criminal guatemalteca conocida como Valle del Sol.
Inicialmente este grupo criminal había sido la primera opción que los autores intelectuales y los intemediarios consideraron para cometer el homicidio, pero la demora en aceptar el “trabajo” por parte del jefe de la banda (Néstor) los inclinó a buscar sicarios locales.
De acuerdo con Gutiérrez, “Sandy” lo citó en el bar Tierra Dominicana y allí le indicó que había una oferta para asesinar a una persona a cambio de ¢13 millones, más viáticos.
Una vez que Gutiérrez aceptó coordinar el homicidio, “Sandy” le habría presentado al empresario deportivo Jorge Castillo Sánchez en el restaurante McDonalds de Heredia. Dos días más tarde, Felipe, también habría reunido a Gutiérrez con el financista de Radio María, Omar Chaves, en el hotel Balmoral.
Según Gutiérrez, el dominicano era una de las personas que lo acompañaba el día que reclutaron a la banda de Nicho Murillo frente a la iglesia de Purral, en Guadalupe.
Allí mismo se habría pactado el precio de los ejecutores.
Sandy y Castillo Sánchez –según el testimonio de Gutiérrez– fueron quienes le entregaron ¢7 millones en efectivo, tres días antes del crimen.