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Parrita. Es como quien dice un hombre bien plantado, honorable y que ha hecho de su querida Parrita la razón de su vida.
Aristides Porras Porras, a sus 75 años, sigue siendo el "guayacán" de este cantón, de más de 12 habitantes, al que llegó por el año de 1955 y se quedó para siempre.
“Antes me dedicaba a ser arrocero y lo dejé. Me ofrecieron venir a manejar una finca, me casé y me quedé. La verdad es que Parrita me gustó, pero cuando yo llegué no había ni caminos”, rememora este caballero, quien se ha destacado en su pueblo por ser un activo ciudadano y un excelente anfitrión para quienes tienen la suerte de visitar su casa.
A él se le debe el actual Festival de las Mulas, que aunque hasta hace pocos años cuenta con una mayor organización y difusión, data de muchos años atrás.
“Un día estaba con un grupo de amigos tomando unos tragos y estábamos medio aburridos. Entonces les dije: ‘¿Por qué no vamos a correr unas mulas?’, y así empezamos con esto”, recuerda.
“Y es que en mula se hizo este pueblo –añade don Aristides– porque todas las cargas se jalaban en mula, porque no había calles y ese animal es mejor que cualquier caballo para la carga”.
Su amor hacia estos equinos y el buen gusto por las damas lo llevó a inventar una frase que lo hizo aún más popular entre los vecinos de esta zona.
“Yo siempre decía que todo parriteño tenía que tener una mula y una vieja; que la mula no fuera tan vieja y que la vieja no fuera tan mula...”, concluyó entre risas.
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