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Pital (San Carlos). El robo de un reloj fue, aparentemente, el móvil del asesinato de José Andrés Arce Ortiz, de 70 años.
Su cuerpo fue localizado a la 1:30 p. m. de ayer a un kilómetro del poblado de Saíno, en Pital de San Carlos, Alajuela.
Se encontraba en una especie de cueva hecha por animales en un matorral, donde lo lanzaron de cabeza y con las manos atadas hacia atrás.
El hallazgo lo hizo su hijo José Francisco Arce, de 35 años, junto con un vecino suyo, en el segundo día de búsqueda.
Según relataron los familiares, Arce salió de su casa en la comunidad de Castelmar cerca de las 7:30 a. m. del sábado pasado.
Como era costumbre, ese día iba hacia Saíno, a unos seis kilómetros de distancia, para visitar a su hija María de los Ángeles. Normalmente regresaba alrededor de las 4 p. m.
No obstante, nunca llegó a la casa de la hija ni a su propia vivienda.
De inmediato, su esposa e hijos informaron a la Fuerza Pública sobre la desaparición pues, aparentemente, Arce sufría de un leve trastorno mental.
Por ello a primera hora del sábado efectivos policiales, conocidos y parientes comenzaron a buscarlo en los alrededores.
Se concentraron primero en el cauce del río Tres Amigos, donde no hubo ningún éxito, por lo que ayer lunes comenzaron a rastrear áreas montañosas.
Fue así como llegaron hasta un sector de reserva propiedad del Instituto de Desarrollo Agrario, a unos 50 metros de la vía principal, donde finalmente dieron con el cuerpo.
Bolsas vacías
Muy cerca del cadáver estaban la camisa, una gorra blanca y una sombrilla, de su propiedad.
Arce tenía un cordón del zapato alrededor del cuello, con el cual, posiblemente, le causaron la muerte.
Con el cordón del otro zapato le amarraron las manos.
"Aparentemente, murió estrangulado", dijo la fiscal Gabriela Alfaro, quien tendrá a cargo la investigación.
Al parecer, no tenía lesiones visibles ni señales de golpes.
De acuerdo con su hijo José Francisco, el único bien que le faltaba a su papá era el reloj que hace 15 días le regaló su amigo Víctor Arce.
También era lo único de valor que llevaba.
“Matar a un anciano indefenso y sin un cinco en la bolsa es una crueldad humana”, expresó conmocionada Ángela Rodríguez, una lugareña, quien como muchos otros vecinos se acercó a solidarizarse con la familia.
Seis hijos
Se presume que Arce fue interceptado en el camino y llevado a un área montañosa, donde lo mataron.
De hecho, la última vez que lo vieron con vida estaba conversando con un hombre joven.
Este peón agrícola era casado con Ángela Rojas y padre de seis hijos. Durante toda su vida se dedicó a labores agrícolas.
El cuerpo fue levantado a las 5:40 p. m. por agentes del Organismo de Investigación Judicial de Ciudad Quesada, en presencia de otras autoridades.
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