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La acelerada colonización de la Amazonia está transformando sus selvas en llanuras donde se cultiva soya, se cría ganado y se explotan los yacimientos de petróleo, denunciaron esta semana expertos del Foro Social de las Américas.
Reunidos en Ecuador para debatir el tema "La defensa de la Amazonia y sus pueblos", cinco especialistas coinciden en señalar que esa región suramericana, conocida como el principal “pulmón del mundo”, es seriamente amenazada.
El uruguayo Eduardo Gudynas, del Centro Latinoamericano de Economía Social, señaló que “la deforestación de la Amazonia y su conversión en tierras agrícolas y ganaderas responde a la creciente demanda de alimentos”.
“Pero hay que tener en cuenta que en gran medida, esa producción está destinada a la exportación, e incluso hacia fuera de América, pues por ejemplo el primer comprador de soya del Brasil es China”, puntualizó.
Gudynas dijo: “Ese planteamiento de desarrollo a ultranza parece que va a ser mantenido por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que pretende construir una enorme carretera para sacar sus productos por la costa peruana del Pacífico”.
El español Joan Martínez Alier, de la Universidad Autónoma de Barcelona, recordó la lucha que mantuvo Chico Mendes desde 1976, hasta su asesinato en 1988, para defender un millón de hectáreas de la selva.
Lucha multiplicada
Explicó que “se trató de una gota en el océano de destrucción ambiental, pero el ejemplo cundió y hoy hay cinco millones de hectáreas gestionadas por la Alianza de los Pueblos del Bosque mediante el sistema de reservas extractivistas, que consiste en la producción controlada de las propias frutas y bayas autóctonas”.
Se refirió también al proceso judicial contra la compañía Texaco por daños ambientales en la Amazonia ecuatoriana en sus 25 años de explotación de petróleo, y opinó que “puede crear un importante precedente jurídico a nivel mundial”.
Calificó de “calamitosa” la colonización de los estados brasileños amazónicos “porque se hace sin controles que aseguren la supervivencia de la biodiversidad”.
El economista ecuatoriano Alberto Acosta expresó su preocupación por “las dificultades para frenar los megaproyectos de carreteras, hidrovías y oleoductos que están ya en marcha o se van a empezar en los próximos años en la Amazonia”.
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