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Conciencia viva y patria sana

Debemos evitar la impunidad, que nada quede oculto

En este mundo actual, en el que los valores se debilitan y llegan a desaparecer, recuerdo una reflexión que los viejos repetían: es cada vez más común que la gente pierda su vergüenza y no se preocupe del todo por el honor póstumo.
Se equivoca quien piense que todo lo pasado fue mejor, pero sí creo que un presente libre de remordimientos es parte fundamental de la felicidad y nos hace grato el pasado.
Codicia, hipocresía... El que cultiva la acumulación de lo material, da rienda suelta a la codicia y con ella a la hipocresía y la superficialidad. Una vida carente de profundidad cultiva la vanidad. Por otra parte, el éxito sustentado en el ejercicio de la dignidad es permanente.
Corrupción es el abuso del poder y de la influencia en beneficio propio. Costa Rica vive dolor, tristeza…amargas experiencias. Pero igual, los costarricenses sentimos rabia y coraje ante el despojo de que han hecho víctima a nuestro querido país.
Se ha evidenciado la avaricia, se ha borrado el respeto a la Ley y para muchos ha desaparecido el respeto a Dios. Se ha traicionado a la Costa Rica que heredamos, y les han quitado a los costarricenses la esperanza.
A cerrar el puño. Si por dinero mal habido se ha vendido el honor, se ha entregado la patria y se ha disipado el deseo de servir, debemos todos cerrar el puño para evitar la impunidad y abrir bien los ojos para que nada quede oculto.
Es urgente esa reivindicación, rechazando todas las fórmulas políticas que con sus prácticas negativas le causan tanto daño a Costa Rica. El rechazo está en la voluntad de todos.

  • POR Rodrigo Carazo Odio
  • Opinión
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