México D.F. DPA. La democracia mexicana, que hace cinco años irrumpió victoriosa después de 71 años de régimen de partido hegemónico, vive hoy uno de sus peores trances desde el triunfo del conservador Vicente Fox, en el 2000.
La sociedad está profundamente dividida y las instituciones son zarandeadas todos los días por el caso de Andrés Manuel López Obrador, el alcalde centroizquierdista de la capital.
López Obrador domina las encuestas de popularidad para las elecciones del 2006, pero podría ir a la cárcel en un cuestionado caso jurídico-político.
El domingo, cientos de miles de personas salieron a las calles para apoyarlo y repudiar a Fox, a quien atribuyen una maniobra para sacar del medio a un adversario antes de llegar a las urnas.
Así, la credibilidad de Fox, el pívot de la transición democrática, es puesta en entredicho y se le acusa de ser el sepulturero del amanecer democrático logrado hace cinco años por 16 millones de mexicanos de distinto signo, hartos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).