La crisis mundial que sufre el sector cafetalero ha obligado a Panamá, Guatemala y Costa Rica ha convertir fincas productoras del grano en destinos turísticos para europeos, canadienses, estadounidenses y latinoamericanos.
La llamada "Ruta del Café" ha sido promovida por funcionarios de los tres países centroamericanos vinculados con instituciones del Turismo, que decidieron unir fuerzas y estrategias para vender en un “paquete” la cultura del café, el folclore, la naturaleza exhuberante de la zona y la calidad del servicio.
Fuentes oficiales encargadas del sector agropecuario panameño explicaron que la comercialización del café sufrió una caída sin precedentes a mediados de la década pasada y que, desde entonces, la industria del grano no ha podido despegar.
María Pittí, funcionaria del Instituto Panameño de Turismo (IPAT) en Chiriquí, informó de que la “Ruta del Café” es un proyecto de agro-turismo que surgió para apoyar a los productores del grano que necesitaban incorporar a su actividad principal otra que sirviera de complemento ante la crisis.
Añadió que técnicos del IPAT y del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) recorrieron varias fincas en Boquete y Volcán, ambas localidades en Chiriquí, que reunían las condiciones especiales para convertirse en destinos turísticos.
“La idea del programa –expresó Pittí– es presentar a los turistas una ruta del café que le permita conocer desde su historia, proceso de producción hasta la degustación de los cafés que se producen en estas tierras, en las de Costa Rica y en las de Guatemala".
Panamá, que exporta a mercados de Estados Unidos, Canadá y los países de la Unión Europea (UE) el 50% de su producción, obtuvo en la cosecha 1994-1995, de 200.000 quintales (sacos de 45,3 kilos), $32 millones en ingresos, la mayor de su historia hasta ahora.
Sin embargo, de 1996 a la fecha, los ingresos anuales por la exportación del grano no han alcanzado los $9 millones, según cifras oficiales.
En Panamá unos 7.000 productores cultivan de café en unas 22.000 hectáreas ubicadas, en su mayoría, en las “tierras altas”, de la provincia occidental de Chiriquí.