Heredia. Por decisión del cura párroco, Germán Rodríguez, la fachada del templo parroquial de la Inmaculada Concepción se pintó sin autorización del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, a pesar de que es patrimonio histórico.
El santuario sufrió una pequeña transformación en sus paredes exteriores, situación que ha provocado comentarios entre la comunidad.
"Nosotros pedimos varias veces al Ministerio de Cultura la receta de la mezcla que había que aplicar. Lo que se le puso es cal con aditivos", manifestó el sacerdote.
Ante el silencio del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Histórico del Ministerio, el presbítero decidió que se aplicara la pintura para embellecer el templo, que tiene 207 años de antigüedad.
"Es para proteger un poco, pero en todo caso eso (la pintura) con el tiempo se cae y ya", afirmó Rodríguez.
El párroco aseveró que el Ministerio de Cultura rompió un vitral y no lo ha reparado y que la última inspección que se hizo al templo fue luego del sismo del 20 de noviembre.
Por su parte, el arquitecto Eduardo Camacho, del Ministerio del ramo, hizo una inspección la semana pasada y presentó un informe a la Dirección de Patrimonio para que se tomen las medidas del caso.
Esa dependencia invirtió el año anterior ¢60 millones para hacer mejoras en toda la estructura del templo.
Otras mejoras
El Ministerio de Cultura sí había dado el visto bueno para emprender trabajos en el altar y el presbiterio del templo de la Inmaculada Concepción.
Esa reparación tuvo un costo de por lo menos ¢6 millones y se hizo ante la solicitud que el párroco Rodríguez realizó ante el Vaticano.
Esto con el fin de que se le otorgara al templo el título de basílica de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción.
Para optar por ese nombramiento, el presbiterio (que es lugar donde el sacerdote celebra misa) debe tener una altura mayor al de un templo parroquial.
Hay que tomar en cuenta que la basílica es un título honorario que define en sí a un santuario histórico o de peregrinación.
"Además, se le han reparado todas las filtraciones de agua; esto con dinero propio de la parroquia", dijo el sacerdote.
Esos trabajos han permitido mejorar la condición del templo, que se construyó cuando el país era una provincia española.