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Wall Street satisfecho por dos años consecutivos de ganancias

Nueva York, 1 ene (EFE).- Las bolsas de Nueva York comenzarán el año con la satisfacción de haber logrado en 2004 ganancias por segundo ejercicio consecutivo y con unos índices cercanos a los máximos anuales, pese a la irregularidad de la última semana.
Los analistas pronostican que el próximo año también será bueno para las bolsas, pero señalan que habrá momentos de inestabilidad por la preocupación que todavía genera la economía de Estados Unidos y los resultados de las empresas.
A estos factores se suma la incertidumbre respecto al precio del petróleo, que ha terminado el año un 28,6 por ciento por encima del nivel que tenía a comienzos de 2004.
Otra incógnita es la política monetaria de la Reserva Federal, que ha subido los tipos de interés este año del 1 por ciento al 2,25 por ciento, y podría adoptar nuevas alzas si se produce un repunte de la inflación.
Otro factor que genera duda es el futuro del dólar, que no deja de perder posiciones frente a las principales monedas, en parte por el elevado déficit comercial de Estados Unidos.
Los beneficios de las compañías que incluye el S&P500, un índice bursátil que muchos operadores consideran más representativo del estado de las empresas, seguirán en aumento, pero su crecimiento será inferior al de este año.
Los analistas calculan ese crecimiento en el 10,5 por ciento, frente al 19,2 por ciento de aumento promedio que tuvieron en 2004.
También se espera que se ralentice la expansión económica, con un crecimiento del 3,5 por ciento el próximo año, frente al 4,4 por ciento que se calcula para 2004.
El optimismo moderado de los analistas respecto al futuro de la bolsa se debe tanto al crecimiento de las ganancias de las empresas como a la tendencia a reducir su deuda.
En 2004, el promedio del Dow Jones de Industriales, el indicador más importante de Wall Street, ganó un 3,2 por ciento y cerró a 10.783,01.
El mercado del Nasdaq, donde cotizan las empresas de alta tecnología e Internet, cerró el año con una ganancia del 8,6 por ciento, hasta 2.175,44, y el S&P500 con una subida del nueve por ciento, hasta 1.211,92.
El New York Stock Exchange fue el que experimentó la mayor subida, ya que superó el 12 por ciento.
El balance positivo de los índices ha sido posible pese a que la última semana fue bastante irregular en Wall Street, en gran parte porque, como suele ocurrir cada año, en la última semana, el volumen de negocio fue muy inferior al habitual.
En esa última semana, el Dow Jones bajó 44 puntos, mientras que el Nasdaq subió algo más de 14, el S&P500 se mantuvo prácticamente estable y el NYSE ganó 41,25.
Las bolsas habían subido con fuerza desde finales de octubre, lo que dejaba poco margen para los últimos días de cotizaciones, en que los inversores se limitaron a consolidar lo ganado.
Los mercados cierran así el año con una nota de optimismo, aunque no tan alta como al comienzo del ejercicio, cuando las previsiones favorables de crecimiento y ganancias de las empresas, junto con la evolución positiva de 2003, hicieron que los índice marcaran máximos que no veían desde mediados de 2001.
La buena racha bursátil terminó con los atentados ocurridos en Madrid el 11 de marzo, que reactivó el miedo al terrorismo, agravado por el conflicto en Irak y una brusca subida en el precio del petróleo que generó gran preocupación por la repercusión que tendría sobre la actividad económica.
La incertidumbre ligada a las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la imparable subida del petróleo y la baja actividad durante el verano llevaron a las bolsas a los niveles más bajos del año y colocaron los índices muy por debajo del cierre de 2003.
Sin embargo, a finales de octubre, la estabilización del precio del petróleo y la mejora del mercado laboral alentaron una subida que impulsó definitivamente la victoria de George W. Bush en las elecciones de noviembre.
El abaratamiento del petróleo y algunas noticias positivas tanto a nivel empresarial como macroeconómico crearon un ambiente positivo que llevó los índices a máximos anuales, aunque aún lejos de cualquier euforia. EFE
ag/jma/mdo

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