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América Latina espera un sólido crecimiento económico en el 2005, pero deberá aplicar fuertes reformas para mantenerlo a largo plazo y combatir la alta desigualdad que existe entre la población.
Esta región se caracteriza por una alta concentración de la riqueza en unos pocos hogares, rasgo que contribuye a elevar la pobreza.
Esas son las principales conclusiones que se desprenden de varios informes de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
La CEPAL señaló en el "Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2004" que en el año que recién concluyó, la producción creció un 5,5% -su mayor expansión en 24 años-.
A pesar de ese crecimiento, los recursos no llegan a toda la población y se concentran en pocos.
Además se estima que en el 2005 la región crecerá un 4% y se enfrentará a una probable desaceleración de la economía estadounidense y los factores recesivos e inflacionarios provocados por el alto precio del petróleo.
A criterio de la CEPAL una de las principales metas que deberán fijar las naciones latinoamericanas es disminuir la desigualdad en la distribución de los ingresos y crear más fuentes de empleo.
Dos realidades
En el informe "Panorama Social 2004", la CEPAL destacó que la población que vive en pobreza representa un 44,2% del total, unos 225 millones de personas.
Además de esa cifra, unos 98 millones viven en extrema pobreza (son indigentes).
El análisis resalta que la riqueza se concentra en el 10% de los hogares con ingresos más altos.
El 90% restante comparten características similares en todos los países, entre ellas destacan el limitado acceso al mercado laboral y a los créditos bancarios, deficientes servicios básicos (agua, luz, teléfono y transporte) y de salud.
La CEPAL señaló que pese a la vigorosa recuperación en el 2004, la expansión económica no logró revertir la tasa de desempleo regional, que alcanzó al 10%.
Un balance de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) divulgado el mes pasado advirtió sobre el crecimiento de la informalización del empleo.
El incremento del trabajo ocurrió en su mayor parte en el sector informal, ya que de cada 10 nuevas personas ocupadas entre 1990 y 2003, seis son informales.
Istmo rezagado
Las economías de Centroamérica crecieron en promedio 3,6% en el 2004, tasa similar a la del año trasanterior.
El crecimiento del istmo estuvo por debajo del promedio latinoamericano (5,5%), y la relación de precios del intercambio fue negativa para Centroamérica.
Los precios del café mejoraron, pero no contrarrestaron los mayores precios internacionales del petróleo y de otros productos básicos.
A diferencia de otros países del continente, Centroamérica no exporta las materias primas que registraron la mayor demanda mundial y que, por consiguiente, tuvieron una gran mejoría en sus precios.
Para el 2005 se anticipa una leve reducción del crecimiento a 3,4% para el istmo, principalmente por el menor crecimiento proyectado para Estados Unidos, que es el principal socio comercial del área.
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