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Al inicio de un nuevo año

Porque la vida vale la pena

¿Por qué hacemos un corte en el tiempo cuando comienza un nuevo año? En realidad los seres humanos creamos nuestro tiempo, le damos sentido y miramos con temor o con esperanza cuando un ciclo termina y empieza otro. Nos olvidamos momentáneamente de las cosas tristes y -salvo en casos excepcionales, cuando un pesar, un duelo, nos agobia- celebramos el fin del año viejo y empezamos uno nuevo.
También cuando hemos tenido un largo recorrido en nuestra vida y llegamos al ocaso, esperamos de diversa manera el final y la entrada a una nueva etapa de nuestra existencia en el universo. La gran pregunta se presenta respecto al destino humano, la brevedad de la vida y el sentido que hayamos dado a nuestros días.
El tiempo no cuenta. En esta etapa de mayor serenidad he reflexionado muchas veces sobre lo que la vida me ha deparado. Pienso con alegría en los aspectos positivos, en los dones que me han otorgado, en los seres que he querido y en los lugares que me revelaron algún secreto de mi destino, lo mismo que en ciudades y países que quedaron prendidos en mi memoria. Posiblemente los momentos felices, las personas que encontré, los sitios en los que pude aprender lo que me enriqueció, son los momentos que trascienden la existencia temporal. El tiempo no cuenta.
Entre las cosas que podemos preguntarnos es: ¿Por qué sucedió esto o lo otro? ¿Por qué conocí a personas o países que cambiaron mi vida? Buscamos entonces la respuesta escondida en aparentes hechos triviales. Sentirnos bien en algún lugar; enamorarnos de una ciudad hasta el punto de llevar su recuerdo siempre; hacer amigos para toda la vida, a sabiendas que quizás nunca nos volveremos a encontrar.
Fe y esperanza. Pienso en todas estas cosas hoy, cuando el mundo, incluso nuestro país, nos dicen que las cosas no van bien. La gente se deprime y mira con ansiedad el futuro, no con optimismo. Creo, sin embargo, que, cuando las cosas parecen malas, es cuando hay que tener más fe y esperanza en que no serán así para siempre. Entonces hay que levantar la mirada y ver más allá y decirnos que el nuevo año será como un milagro que nos devuelva la alegría de seguir viviendo porque la vida vale la pena.

  • POR Hilda Chen Apuy
  • Opinión
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