Varias procedencias AP, EFE, AFP, Reuters. Oraciones y recogimiento siguieron al anuncio de la brusca agravación de la salud del papa, Juan Pablo II, ayer.
Las horas de agonía del Sumo Pontífice estuvieron acompañadas por un sentimiento de resignación en los católicos.
El secretario general de la Conferencia Episcopal de Perú, Juan José Larrañeta, resaltó que el jefe de la Iglesia Católica "vive la última etapa de su vida. Ahora es cuando se está identificando más con Cristo, con su calvario y su muerte", añadió.
En Nicaragua, el líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Daniel Ortega, destacó la trascendencia del mensaje del Papa "contra el capitalismo salvaje que él veía surgir con toda fuerza brutal, que condenó y cuestionó".
La Conferencia del Episcopado mexicano indicó que "el Papa viajero (...) está a punto de emprender el viaje más importante de su Pontificado, el viaje a hacia la casa del Padre".
En este país el Senado guardó un minuto de silencio después de que su presidente, Diego Fernández, recibiera la noticia errónea del deceso del Papa.
La prensa italiana dramatizó la agravación de Juan Pablo II y anunciaron que estaba agonizando, en sus matutinos de hoy.
"El Papa está al final de la vida", anunció Il Giornale. "El Papa ya no puede", tituló con igual pesimismo Libero. "El Papa se apaga", escribió el diario Il Resto del Carlino.
El cardenal retirado Jaime Sin, la figura más influyente del catolicismo filipino, dijo que "rezamos para que Dios nos guíe y fortalezca en estos tiempos difíciles".