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Examen de admisión

BUENOS DÍAS

"Ustedes deben preocuparse por ganar el examen de admisión de la Universidad de Costa Rica, porque uno da por un hecho que el bachillerato lo tienen ganado".
Esta frase, palabras más, palabras menos, fue pronunciada por una madre de familia durante una reunión en un conocido colegio privado.
La lanzó en momentos en que varios estudiantes, en representación de la totalidad de candidatos a bachilleres, exponían al auditorio sus planes para este año y la necesidad de contar con la venia de sus progenitores.
Quisiera pensar que el comentario fue solo una inocentada, propia de un estado de inconsciencia.
Y lo digo porque en estos momentos, casi 40.000 futuros bachilleres están viviendo una vorágine de sentimientos, no solo porque quieren terminar exitosamente la secundaria, sino porque ya están comenzando el proceso de ingreso a las universidades estatales.
Es sabido, por ejemplo, que el examen de ingreso a la UCR lo hacen al menos 20.000 estudiantes, quienes se disputan 6.500 cupos en esa casa de enseñanza.
En otras palabras, las tensiones y las carreras están a la orden día como para que aparezcan padres de familia queriendo ordenar o fijar rumbos a sus hijos.
Este tipo de actitudes es altamente contraproducente.
Desde hace mucho tiempo aprendí que los hijos son un don y un "préstamo" de Dios. Los padres debemos contribuir en su formación y en el fomento de sólidos valores. Orientamos, recomendamos, pero hasta ahí.
No podemos convertirnos en choferes, interventores ni fiscalizadores de sus vidas.
No hay nada más triste o frustrante que escuchar a una persona decir: "Tuve que estudiar x profesión porque me obligaron mis padres".
La opción por una carrera o un oficio tiene que ser libre y consciente; una decisión que se disfrute para toda la vida.
Un padre de familia que ordena (y de paso presiona) a sus hijos ganar un examen de admisión a una universidad pública no solo está irrespetando a los muchachos, sino que fracasó en su papel de progenitor.
Lamentablemente hay muchos como estos. De manera inconsciente están marcando a quienes en poco tiempo tomarán las riendas de nuestro país.
Más que generales, nuestros jóvenes necesitan amigos verdaderos.
mmartinez@nacion.com

  • POR Mauricio Martínez / mmartinez@nacion.com
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