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En términos generales, la "Propuesta para la sostenibilidad del régimen de " tiene mucho sentido. Aunque algunas cifras requieren validación, el grupo técnico de asesores de la CCSS, INAMU, sindicatos y cooperativas efectuó un trabajo profesional que merece seria consideración por las autoridades y por los interesados, nosotros los asalariados.
La propuesta incluye una serie de novedosas modificaciones que corrigen perversas políticas del actual régimen que fomentan la de algunos. El principal cambio propuesto se centra en la metodología de cálculo de la pensión. Hoy el monto base de la pensión (se conoce como salario de referencia) se calcula como el 60% del promedio de los mejores 48 salarios -en términos nominales- de los últimos 5 años. Esto fomenta que algunos coticen poco durante los primeros 20 años de su vida laboral (porque el sistema no toma en cuenta el monto cotizado, solo la cantidad de cuotas) y suban sus cotizaciones durante los últimos 4 años de trabajo.
Sugieren calcular el salario de referencia como el promedio de los últimos 240 salarios, en términos reales, Esto elimina el estímulo a subdeclarar. En efecto, para aquellos que cotizaron correctamente durante toda su vida laboral, el salario de referencia resultará muy cercano al último salario percibido.
Entre muchas otras propuestas bien pensadas, resaltan dos: una beneficia a los asalariados de menores ingresos y otra, a aquellos con salarios altos. Conforme aumente el salario, proponen disminuir el porcentaje de la pensión. Así los asalariados de menores ingresos recibirían un 52% del salario como pensión y aquellos que ganan más de 8 salarios mínimos, únicamente un 40%. Aunque, por razones financieras, no sugieren eliminar el injusto límite máximo de pensión (hoy ¢520.000 mensuales), el grupo técnico propone establecer un de ¢1.090.000. De esta forma se elimina el perverso estímulo a la evasión en los salarios altos.
Las medidas incluyen muchas que no implican cambios en los parámetros que regulan el IVM. Las autoridades de la CCSS deben prestarle atención a lo señalado por los técnicos. Por ejemplo, es inaceptable que un tercio de las pensiones sean por invalidez, una proporción similar a la de los países que han sufrido
Por nuestra vejez y la de nuestros hijos démosle la atención que merece este trabajo profesional.
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