Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Roma. Reuters. El Gobierno del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, enfrentará mañana, jueves, una votación crucial para continuar gobernando Italia.
Este día, Berlusconi intentará obtener un "voto de confianza" de su gestión en el Gobierno por parte de los senadores italianos.
Para ello, hoy hablará ante el Senado y luego ante la cámara baja del Parlamento italiano.
Si el primer ministro pierde la votación del jueves, su Gobierno caerá, lo que probablemente conduciría a una elección general que podría tener lugar, incluso, a fines del mes de junio.
Berlusconi enfrenta su peor crisis política interna en cuatro años. Comenzó desde que la Unión Demócrata Cristiana (UDC), un partido de centro, dejó su Gobierno el viernes anterior.
La UDC abandonó la coalición tras exigir cambios profundos luego de que la centroderecha sufriera una fuerte derrota en unas elecciones regionales, hace dos semanas.
Además, ayer un segundo socio de su quebradiza coalición, la Alianza Nacional, debatía si debería abandonar el bloque.
Esto hace prever que la situación del líder italiano está cada vez más débil e incierta.
Postura. "Berlusconi se está aferrando a su propio liderazgo, determinado a imponer sus propios tiempos y sus propias ambiciones sobre el Parlamento, Presidente y país", publicó ayer el diario Corriere della Sera en su editorial.
Berlusconi abrirá el debate del hoy en la tarde ante el Senado y buscará aclarar la creciente confusión política reinante.
El lunes, Berlusconi actuó de una forma que los medios italianos describieron como "una pieza clásica de teatro político".
Esto porque, al parecer, el primer ministro aceptó la demanda de la UDC de renunciar al cargo para formar un nuevo Gobierno, pero unas horas después afirmó que no tenía esa idea.
Incierto. La política italiana ahora se está moviendo en un territorio desconocido, en momentos en que Berlusconi aparentemente desafía a la UDC a que vote en su contra para despedirlo del cargo.
La UDC ha prometido un "respaldo externo" para el Gobierno y podría votar a favor de que Berlusconi continúe en el poder.
De esta forma evitaría una elección, que según los sondeos, otorgaría el Gobierno a la centroizquierda, dirigida por el expresidente de la Comisión Europea, Romano Prodi.
La oposición sostiene que el Gobierno se desmorona y que no llegará a los próximos comicios del 2006.
Este documento no posee notas.