Carrillo y El Guarco. La falta de obras de infraestructura urgentes perturba a los vecinos de estos dos cantones.
Adelita Ondoei es dirigente comunal en Filadelfia de Carrillo, Guanacaste, y asegura que necesitan una nueva terminal de autobuses.
"Esta (la parada) es la cara de la ciudad y la actual es muy vieja y no da abasto", afirmó Ondoei.
La terminal actual es muy incómoda para los usuarios, porque no hay asientos ni suficiente espacio.
Incluso, primero se estaciona un bus para que los pasajeros suban y hasta que se vaya puede empezar el abordaje a otra unidad de servicio público de una ruta distinta.
En esa terminal paran los buses que van a Sardinal, Playas del Coco, Nicoya y San José.
Ondoei afirmó que también urge la remodelación del parque de la ciudad de Filadelfia, "que está abandonado".
José María Guevara, alcalde de Carrillo, dijo que hay dinero para hacer obras, pero un conflicto con el ingeniero municipal ha impedido ejecutarlas.
Carrillo solo hizo obras por de ¢18 millones de los ¢507 millones de su plan de gastos.
"A raíz de la problemática contratamos a un ingeniero civil. Hemos tenido atrasos con todas las obras, incluida la de la parada de buses y el muelle en Playas del Coco, para el que hay disponibles ¢60 millones que no se han podido utilizar por falta de un perfil de la obra", dijo.
En Carrillo también están paralizadas la construcción del salón multiuso de Palmira, las mejoras en el cementerio de Belén y la construcción de baños en Playas del Coco.
Además, por diseños incorrectos no podrán terminar la escuela de música de Sardinal y la reparación del puente colgante en la Viguita de Belén.
Agua. Luis Flores, alcalde de El Guarco, reconoció que el servicio de agua deja pérdidas y por ello no han podido mejorarlo.
Flores anunció que la próxima semana negociarán con una empresa israelí la construcción de una planta de tratamiento del líquido que se consume.