Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Hombres armados cumplieron la noche del lunes las amenazas de muerte que habían proferido en contra de Pablo Trejos Gutiérrez: lo acribillaron a balazos en la urbanización Las Lomas, en Purral de Goicoechea, San José.
La víctima, jefe de planta en un local de Megasúper, recibió al menos 14 impactos, informó la Policía.
Cuatro de sus amigos también resultaron baleados: Judy Sánchez Berrocal (25 años, pierna izquierda), Fabricio Madrigal García (22 años, pierna izquierda), Aarón Rodríguez (23 años, pierna derecha) y Carlos Ballestero (22 años, en un glúteo).
Ellos fueron atacados por tres sujetos que llegaron en un Hyundai Elantra, oscuro y con vidrios polarizados, según testigos.
Los asesinos se ensañaron con Trejos. La mayoría de los disparos dieron en el tórax y la cabeza.
Las autoridades investigan si el homicidio guarda relación con un incidente que ocurrió la noche del sábado en un bar en Guadalupe. Allí, el muchacho forcejeó con un hombre armado que amenazó a uno de sus amigos.
Trejos tuvo que escapar perseguido de cerca por el pistolero, quien no dudó en dispararle en varias ocasiones.
Desde entonces, el joven recibía amenazas de muerte, según confirmaron ayer sus familiares.
Amenazado. Esteban Trejos, hermano menor de Pablo, lo notó tranquilo en los últimos días, pese a las llamadas de desconocidos.
"No sé por qué lo amenazaban; a nosotros (la familia) no quiso contarnos sobre lo ocurrido en el bar. En ese sentido era muy reservado", declaró el pariente.
Trejos salió de su trabajo el lunes y se reunió con un grupo de amigos. Se sentaron a conversar en el cordón de un caño, en la urbanización Las Lomas.
Estaban distraídos cuando arribaron los homicidas. Los sujetos tuvieron una breve plática con el muchacho.
"Se bajaron tres hombres y dijeron que eran del OIJ (Policía Judicial). Tenían la cara tapada. En ese momento comenzaron a disparar", indicó el padre de uno de los jóvenes heridos, quien por temor pidió que no se publicara su nombre.
Desde su casa, el señor escuchó la balacera. "Creo que descargaron todas las municiones. Todo quedó en silencio, pero al momentito escuchamos otras descargas", dijo.
Huyeron heridos. Los cuatro muchachos heridos se alejaron por sus propios medios.
Pablo Trejos quedó atrapado entre el fuego enemigo. En el suelo terminaron de rematarlo con armas cortas. Aparte del tórax, los proyectiles lo hirieron en la cabeza, los brazos y las piernas.
Las autoridades no tenían claro cuántas balas dispararon los asesinos contra la víctima. El cuerpo de Trejos presentaba 28 orificios.
Los investigadores presumen que 14 eran de entrada y 14 de salida. "Hay que esperar la autopsia. No podemos descartar que algunas balas no salieran. Pudieron haberle disparado más", indicaron voceros de la Policía Judicial.
Ayuda. Algunos particulares llevaron a los otros muchachos al hospital Calderón Guardia, donde quedaron internados.
De ellos, Carlos Ballestero llevó la peor parte pues la bala se alojó cerca de la cadera.
Pablo Trejos era el tercero de una familia de siete hermanos. Vivía en Los Cuadros de Goicoechea.
Aparte de trabajar en el supermercado, dedicaba parte de su tiempo libre a jugar futbol con un equipo de Guadalupe.
"A mi hermano lo vi por última vez el domingo. Hablamos sobre los partidos que cada uno jugó. Estaba muy feliz.
"No era una persona de meterse en problemas", concluyó el hermano.
Este documento no posee notas.