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Subastan dos pinturas de Karen Clachar en Nueva York

Las obras donadas por la costarricense encontraron pronto sus compradores Con la subasta fueron recolectados fondos para luchar contra el autismo

Dos obras de la pintora costarricense Karen Clachar fueron subastadas en la IV Gala Anual de la Fundación McCarton, una organización que ayuda a los niños afectados por el autismo.
El remate se celebró el 16 de mayo en Nueva York, con el modelo de subasta silenciosa.
En ella los 850 invitados, quienes debieron pagar $500 por entrar, revisaron una lista con los artículos en subasta, sus precios de salida y sus precios de mercado.
Con esta información, los interesados realizan una oferta y la compra quien más dinero ofrece.
Las pinturas de Clachar lograron venderse a precio de mercado -$5.000 y $3.000- , lo cual la llena de satisfacción.
"Siempre he estado involucrada de una manera u otra en cuestiones sociales, y creo que este tipo de actividades son ideas que debemos importar para desarrollar más nuestro sentido de responsabilidad social", expresó Clachar.
Esta es la primera vez que se incorporaban obras de arte dentro de la subasta. Solamente ella y el pintor cubano residente en Nueva York Alexis Mendoza representaron la sección de la plástica.
Por invitación. Los miembros de la Fundación McCarton conocieron la obra de Clachar en el salón VIP del aeropuerto Juan Santamaría. "Les gustó mi trabajo y les pareció que podía calzar dentro de la subasta", explicó la pintora.
La subasta se realiza todos los años desde hace cuatro; se celebró en el marco de una cena de gala que incluyó presentaciones especiales, como la del comediante Darrell Hammond.
Además, el magnate Donald Trump fue el subastador estrella de los objetos más caros.
La Fundación McCarton ayuda a los niños con autismo, un síndrome infantil caracterizado por la incapacidad congénita de establecer contacto verbal y afectivo con las personas y por la necesidad de mantener absolutamente estable su entorno.
Clachar colaboró inicialmente con dos obras, una grande y una mediana, que se vendieron en la subasta. Pero luego logró vender una tercera pintura antes de finalizar la actividad.
"Una persona se interesó en el trabajo y logré venderle la pintura, aunque no la tenía en ese momento", dijo Karen Clachar.

  • POR Pablo Fonseca Q.
  • Vivir
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