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Miami, EE. UU. Reuters y redacción. Los hermanos colombianos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela concretaron ayer en una corte de Miami un acuerdo con Estados Unidos mediante el cual entregan al Gobierno de ese país más de $2.000 millones en ganancias obtenidas del tráfico de cocaína a ese país, en los años 80 y 90.
Además, los exjefes del otrora poderoso cartel de Cali, irán a prisión por 30 años. La ganancia de los exnarcotraficantes en este acuerdo es que 28 de sus parientes no serán perseguidos ni por Estados Unidos ni por Colombia.
Los Rodríguez Orejuela fueron condenados a 30 años de cárcel por el juez Federico Moreno, en Miami, tras declararse culpables de conspiración para introducir más de 200 toneladas de cocaína a Estados Unidos.
En Washington, el fiscal general Alberto Gonzales, dijo que el acuerdo muestra "el golpe final y fatal al poderoso Cartel de Cali", que llegó a controlar el 80% del mercado mundial de la droga.
Los hermanos acordaron devolver bienes valorados en $2.100 millones adquiridos con dinero proveniente del narcotráfico, aunque es probable que el negocio les haya dejado ganancias muy superiores.
Además, seis de los parientes más cercanos recibirán protección y no serán procesados por cargos relacionados con obstrucción a la justicia y lavado de dinero.
Los Rodríguez Orejuela fundaron el cartel de Cali en la ciudad del mismo nombre y controlaron un enorme imperio que suministró la mayor parte de la cocaína vendida en Estados Unidos a principios de los años 90.
Colombia los extraditó a Florida en el 2004 y 2005 para que enfrentaran cargos de conspiración para importar y distribuir cocaína.
“Sí, su señoría”. Los hermanos escucharon los cargos a través de audífonos con la ayuda de un traductor, estuvieron de pie en la sala del tribunal y reconocieron su culpabilidad frente a Moreno.
Los dos respondieron “sí, su señoría” cuando Moreno preguntó si habían entendido que estaban renunciando a sus derechos y a una posible apelación.
“Yo he admitido todos los cargos y me someto a la justicia americana”, dijo Gilberto Rodríguez.
“Estos criminales son las figuras de la droga de más alto nivel que ocuparán una celda de una cárcel estadounidense”, dijo Julie Myers, jefe de Inmigración y Aduana.
Como parte del acuerdo, el Gobierno estadounidense acordó no acusar a seis de sus parientes por lavado de dinero y obstrucción a la justicia. También aceptó levantar sanciones financieras contra 28 miembros de la familia a cambio de entregar bienes vinculados con el narcotráfico, incluyendo cuentas bancarias y casas de lujo.
Negocio. A diferencia del violento cartel de Medellín –que controló el comercio de cocaína en los años 80 y enfrentó al Gobierno colombiano con coches bomba y asesinatos selectivos de jueces, periodistas y políticos–, el de Cali fue manejado como un conglomerado de negocios.
Ese cartel invirtió ganancias y lavó dinero en empresas del mundo entero. Estados Unidos identificó a 700 personas y organizaciones con nexos con el cartel de Cali.
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