Salt Lake City, Utah. Dirigir un encuentro entre Estados Unidos y Costa Rica no es nuevo para el experimentado árbitro guatemalteco Carlos Batres González.
El juego de hoy será el tercero en que le toca impartir justicia entre ticos y estadounidenses. "No puedo referirme al partido, ni dar ningún tipo de entrevistas. Lo siento. Está prohibido por la FIFA", declaró a La Nación poco antes de viajar a esta ciudad.
Batres, de 37 años, condujo el primer duelo Costa Rica-Estados Unidos el 5 de setiembre del 2001, cuando en el estadio Saprissa los ticos celebraron su segundo boleto a un Mundial tras vencer 2-0.
La segunda ocasión se presentó el 2 de febrero del 2002, con motivo de la final de la VI Copa de Oro de la Concacaf. Los estadounidenses se desquitaron y ganaron 2-0 en el estadio Rose Bowl de Pasadena, California.
En su expediente internacional se registran 11 partidos dirigidos por él en los que estuvo involucrado la Tricolor. En dichos juegos, la Sele obtuvo siete victorias, dos empates y dos derrotas.
Ante partidos de alta tensión como el hoy, la filosofía de este candidato a dirigir por la región en el Mundial 2006 es simple.
"Tenemos siempre que hacer un buen trabajo; no permitir que, por errores arbitrales, alguien vaya al Mundial o injustamente una selección quede fuera", expresó en enero pasado.
Primero. El primer juego que le dirigió a Costa Rica fue un amistoso ante Honduras que finalizó 1-1 en Alajuela, en diciembre de 1999.
También estuvo en el Aztecazo que le propinaron los ticos a México, por 2-1, en el Coloso de Santa Úrsula, en México D. F., aquel inolvidable 16 de junio del 2001, en ruta al Mundial 2002.
El chapín también dirigió cinco partidos más de Costa Rica en la Copa UNCAF, de los cuales tres fueron en la edición de Panamá en el 2003 y dos en la última versión de Guatemala 2005, incluida la final contra Honduras.
Los otros dos duelos fueron en el amistoso que ganó 2-1 la Tricolor a Finlandia en Alajuela, en noviembre del 2003, y la reciente derrota 1-2 que sufrió contra México, el pasado 9 de febrero en el estadio Saprissa con motivo de la presente ronda de la hexagonal.
En este último choque reportó a la FIFA el lanzamiento de objetos a la cancha por parte de un sector de aficionados.