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A la conquista del espacio

Tras 25 años de ser científico y astronauta de la NASA, Chang abandonará esa agencia el próximo viernes. En una entrevista telefónica, desde su laboratorio en Houston, contó a La Nación sus nuevos proyectos.

Edad: 55 años
Estado civil: Casado
Profesión: Físico astronauta
Nacionalidad: Costarricense y estadounidense
¿Por qué decidió privatizar su laboratorio y dejar la NASA?
Creo que es una forma de acelerar el proceso. En este momento el proyecto (desarrollo del motor de plasma) solo puede obtener fondos del gobierno, mientras que por medio de la privatización puede obtener fondos del gobierno y de la industria privada.
¿Cuánto dinero requiere el proyecto?
Para tener en órbita el primer cohete, el primer motor que vamos a probar en la Estación Espacial Internacional ( ISS ), estamos buscando una inversión del orden de $150 millones, lo cual no parece ser mucho en el ámbito de estas cosas, pero como estamos en una situación de muchos cambios en la NASA, con cortes de financiamiento por todos lados, la inyección de fondos del sector privado sería una gran ayuda para progresar más rápido.
Definitivamente este cambio va a acelerar el proyecto.
Esa es la idea. Yo podría quedarme aquí y seguir trabajando en el proyecto, pero yo creo que el desarrollo sería mucho más lento. Yo tengo 55 años y estoy apresurándome para que esta cuestión esté lista un poco antes de que yo termine en el asilo de ancianos.
¿Cuándo estará el motor?
Queremos montar el primer prototipo en órbita en el año 2008. Empezaríamos en el 2008 a empujar diferentes plataformas y ponerlo a funcionar para que sea utilizado. Al mismo tiempo, pensamos seguir desarrollando motores más potentes para otras cosas y empezar a integrarnos al proceso de cargas a la Luna y el establecimientos de carga que va a haber entre la Tierra y la Luna para responder al programa de exploración entre la Luna y Marte que presentó George W. Bush hace dos años.
¿Cuál es su situación y la de sus científicos ahora?
Todo mi equipo de investigadores, técnicos e ingenieros van a ser transferidos a la compañía. Este proceso es una actividad conjunta entre la NASA y la compañía. Es una cosa nueva, una especie de simbiosis entre el Gobierno y la empresa privada en un proyecto de punta para desarrollarlo en el seno de la agencia. Todo el equipo de investigadores ya ha sido transferido. Son 25 investigadores en el laboratorio y un total de 57 investigadores en todo Estados Unidos.
¿El laboratorio se trasladará?
Por ahora, el laboratorio está aquí en el Centro Espacial Johnson (Houston). Va a quedarse aquí no más de dos años. Al cabo de dos años vamos a salir de aquí, pero quizás podamos irnos antes, todo depende de cómo va a desarrollarse el proceso que aún tiene algunas incógnitas.
¿Para dónde se va a ir?
Bueno, pienso establecer el laboratorio aquí, en Houston, pero esto va a ser una industria mundial de carácter global. Ahora hay que empezar a establecer relaciones con todo los grupos internacionales, otros grupos en Estados Unidos; es decir, va a ser una actividad totalmente internacional. Eso, como se imagina, ya puede traerle interesantes perspectivas a Costa Rica.
¿Va a incorporar a más investigadores?
Sí. Poco a poco voy a establecer una especie de red de ayuda de trabajo. Tenemos otras industrias que están colaborando también, porque para ellos es un buen negocio. Por ejemplo, la tecnología de paneles solares es muy necesaria para nosotros porque necesitamos la energía eléctrica para alimentar al motor. Esa tecnología está siendo desarrollada por otra compañía que está al norte de Texas. Tenemos otras compañías, una en San Diego, que está también desarrollando paneles solares. Es decir, toda la tecnología de generación de energía eléctrica son colaboraciones. Tenemos también colaboraciones con gente que está desarrollando magnetos superconductores y en la industria del desarrollo de radios de alta frecuencia.
¿Cómo va a financiar las investigaciones del laboratorio y la construcción del VASIMR?
Tenemos una serie de posibilidades, en este momento hay grandes incógnitas, esto es un experimento, no sabemos cómo nos va a salir. Pero estamos buscando inversión privada y tenemos actividades de colaboración con la NASA."Tenemos una interesante iniciativa con el Centro Médico de Houston porque resulta que esta tecnología de plasma la podemos usar para desintegrar todos los desechos médicos de los hospitales, que son un problema ambiental tan grande. Queremos establecer un proyecto piloto para demostrar que se puede hacer. Eso va a ser una rama en la que nos vamos a meter, que no tiene nada que ver con el espacio, pero la tecnología se aplica a problemas terrestres".
¿El motor y las tecnologías que desarrolle serán de uso exclusivo de la NASA o se las venderá al mejor postor?
No, la compañía (Ad Astra Tecnologies, Inc.) está adquiriendo en estos momentos la licencia de la propiedad intelectual que ahora le pertenece al Gobierno (de EE. UU.). En el acuerdo que hemos tomado, el Gobierno nos transfiere la licencia exclusiva de la propiedad intelectual generada durante los 25 años que yo he trabajado en esto.
Conquista del espacio
¿Qué otros proyectos tecnológicos planea desarrollar desde Ad Astra Technologies?
La visión que estamos desarrollando es muy amplia. Estamos hablando de generar energía en el espacio, todo el negocio de generación y distribución energética en el espacio que va a ser tan importante como la generación y distribución en la Tierra.
"Tenemos pensado que este tema del procesamiento de desechos tóxicos puede ser algo bastante grande, que tal vez no nos habíamos imaginado, pero que se está convirtiendo en algo muy importante. Y ahora resulta que hay una compañía en San Diego, Archimides Technologies, que están usando la misma tecnología para procesar deshechos nucleares.
"Tenemos pensado, en algún día en el futuro, acercarnos a los asteroides, moverlos y ponerlos más cercanos a la Tierra para poder utilizar sus depósitos de minerales y también poder generar la materia prima en el espacio, para suplir las necesidades del espacio, de la infraestructura espacial".
Ahí ya está hablando de una vida y viajes fuera del planeta.
Yo creo que lo que va a suceder es una gran explosión de actividades del espacio, alimentadas por el motor del comercio, como fue la Revolución Industrial en el planeta Tierra. Pero para poder sacar la materia prima y llevarla al espacio, sería carísimo sacarla toda de la Tierra, por la fuerza de gravedad. Si pudiéramos utilizar materia prima en otros lugares, como la Luna o los asteroides, sería mucho más barato.
¿De qué tipos de materiales está hablando?
Metales y muchos otros compuestos, inclusive agua. El agua es esencial para la exploración espacial tripulada. El agua va a ser una comodidad, un producto que se va a vender. Con esa agua podemos producir oxígeno para la tripulación e hidrógeno para el cohete. También utilizaríamos el hidrógeno del agua para proteger a los tripulantes de la radiación del espacio.
Entonces, estaría hablando que el motor de plasma, el VASIMR, más que ser una herramienta para llegar a Marte más rápido, será el catalizador de una revolución.
Exactamente. Es una visión muy transformadora de lo que es el espacio. Teniendo acceso, teniendo propulsión y teniendo energía en gran cantidad tenemos un gran margen de operación y podemos hacer cosas que nunca nos habíamos imaginado.
Usted se separa de la NASA, pero continuará en su labor científica. Sin embargo, este cambio marca el fin de su carrera como astronauta.
Como astronauta de la NASA., pero yo tengo muy pensado que nuestra compañía va a tener una presencia en el espacio muy pronto. Para poder instalar estos equipos y mantener estos motores funcionando vamos a tener que utilizar miembros, empleados, de la compañía, que mantengan la infraestructura funcionando. Pensamos no muy a futuro establecer una base en la Luna, donde vamos a probar cohetes más potentes. Y esto requiere de personal de campo, serían astronautas privados.
¿Aún no han acabado sus viajes espaciales?
Apenas estamos empezando.

  • POR Debbie Ponchner / dponchner@nacion.com
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