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Bagdad. Reuters. Cerca de 1.000 iraquíes chiitas murieron ayer en una estampida humana en un puente en Bagdad al entrar en pánico aparentemente por rumores de que un atacante suicida estaba a punto de inmolarse.
La multitud se dirigía a una ceremonia religiosa en la mezquita de Kadhimiya en el norte de Bagdad, cuando alguien gritó que había un suicida entre ellos, dijo una fuente policial.
La mayor parte de las víctimas fueron mujeres y niños que murieron ahogadas o atropelladas después de que el pánico afectó a miles de personas que se dirigían a una ceremonia religiosa, dijo Jaseb Latif Ali, director general del Ministerio de Salud.
El número de muertos subió a 965 cerca de la medianoche local, dijeron funcionarios del Ministerio del Interior, mientras 475 personas estaban heridas.
Esta fue la mayor tragedia ocurrida en una multitud desde que en 1990 más de 1.400 peregrinos murieron en la Meca.
El ministro del Interior, Bayan Jabor, y funcionarios chiitas culparon a los insurgentes, diciendo que un terrorista difundió el rumor de que había un atacante suicida.
La tensión entre las principales comunidades religiosas y étnicas ha aumentado a medida que se acerca un referendo sobre la nueva Constitución iraquí de la era pos-Sadam Husein, una cuestión que acentuó las divisiones en el país.
"Cientos de personas comenzaron a correr y algunos se arrojaron del puente al río", dijo una fuente policial. "Muchos ancianos murieron inmediatamente como resultado de la estampida, pero decenas se ahogaron; muchos cuerpos aún están en el río y hay botes trabajando para sacarlos".
Imágenes de televisión mostraban gente trepando desde el puente para escapar de la multitud.
Más temprano, al menos siete personas murieron en tres ataques de mortero contra miles de fieles que iban hacia la mezquita.
La multitud conmemoraba el martirio de Musa al-Kadhim, una figura reverenciada por los chiitas.
El primer ministro, Ibrahim Jaafari, declaró tres días de luto oficial por la tragedia.
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