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Un transportista, su esposa y un chofer fueron liberados tras pagar cerca de $130.000 (¢62 millones) a un grupo que los mantuvo secuestrados durante ocho días.
La retención comenzó la tarde del miércoles 24 de agosto, cuando el transportista, de apellido Bolaños, y un chofer viajaron desde Tacares de Grecia, Alajuela (donde viven), hasta San Sebastián, San José, para negociar un flete de mercadería al istmo.
Tras un primer pago, los secuestradores liberaron al transportista para que buscara más dinero, pero aprovecharon para tomar a su esposa, de apellido González.
El secuestro concluyó ayer a las 2:30 a. m. con la liberación de la mujer y el chofer (cuya identidad se desconoce) en San Juan de Tibás, confirmó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Jorge Rojas Vargas, jefe de la Policía Judicial, alegó no tener mayores datos sobre los secuestradores, pero se mostró optimista pues dijo que pronto se logrará desarticular la banda.
Hechos. El caso comenzó cuando Bolaños, de 42 años y quien se dedica al transporte de mercadería en tráiler por Centroamérica, fue contactado por un desconocido para negociar un flete.
Los términos del traslado se finiquitarían el miércoles 23 de agosto en un comercio en San Sebastián, en el sur capitalino.
Empero, durante las pláticas no llegaron a un acuerdo, por lo que decidieron trasladarse a otro sitio para negociar.
Fuentes policiales dijeron que cuando viajaban por Paso Ancho fueron interceptados por varios sujetos que iban en un tráiler, quienes obligaron al transportista y al chofer a subir al cabezal.
Una vez privados de la libertad, los individuos los amarraron y les vendaron los ojos para que no se enteraran hacia dónde los llevaban. Sin embargo, fuentes policiales dijeron que los trasladaron hasta Siquirres, en Limón.
Al parecer, los secuestradores exigieron el pago de ¢100 millones, pero Bolaños les dijo que era mucho dinero. Les ofreció $100.000.
Primer pago. El transportista contactó a su esposa, quien llevó a Siquirres un primer pago de $25.000.
Pero ese monto no satisfizo a la banda, que accedió a liberar a Bolaños para que buscara más dinero, pero dejó retenida a su esposa.
El transportista hizo un segundo pago de $75.000, pero los secuestradores exigieron un tercer pago de $30.000 que, al parecer, fue entregado el martes anterior.
Jorge Rojas señaló que en este caso la Policía se mantuvo al margen de las negociaciones para permitir la liberación de las víctimas.
Agregó que los afectados, aunque se encuentran muy nerviosos, están bien de salud.
Rojas no profundizó sobre los posibles secuestradores, pero dijo que serán arrestados.
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