El ministro de Hacienda, Federico Carrillo, llegó ayer a la 1:30 p.m. como estaba previsto, al salón de Bereméritos de la Patria de la Asamblea Legislativa.
Ahí lo esperaba el vicepresidente del Congreso, Juan José Vargas y el presidente de la Comisión de Asuntos Hacendarios, Olman Vargas.
Pronto comenzaron a ingresar trabajadores del Congreso.
Las periodistas de Hacienda repartieron el comunicado del plan de gastos y detrás de ellas los trabajadores legislativos entregaban a la prensa un manifiesto en el cual piden trabajar en un ambiente digno.
Esta semana el Instituto Nacional de Seguros (INS) anuló las pólizas contra incendio, terremoto y protección de activos que había adquirido la Asamblea Legislativa debido al mal estado de la infraestructura.
En unos 5 minutos el salón estaba lleno de periodistas y trabajadores legislativos.
Luego de entregar el presupuesto el Ministro comenzó a contestar consultas sobre el plan de gastos, pero pronto llegaron las preguntas sobre su conflicto con el presidente de la Asamblea Legislativa, Gerardo González, y el edificio.
No se va. En alusión a la petición de González de que renuncie, Carrillo dijo que solo se va si el Presidente Pacheco se lo pide.
La respuesta desató abucheos de los trabajadores.
El vicepresidente de la Asamblea trató de calmar la situación, pero no lo logró.
De ahí en adelante la voz del Ministro se enredó con la bulla y los reclamos.
Al levantarse para salir de la sala los periodistas lo rodearon para hacerle consultas y Cristina Rojas, funcionaria de Recursos Humanos de la Asamblea, se le enfrentó con preguntas.
"¡Qué se vaya!, ¡hijo de papi!", gritaban los trabajadores mientras Carrillo caminó apresurado, junto con su equipo, para salir del edificio. A las 2:10 p.m. el Ministro ya estaba en su oficina, en el antiguo Banco Anglo.