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Ticari, Sarapiquí. La familia de la niña Josebeth Retana Rojas estudia la posibilidad de irse a vivir a otra comunidad.
Daniel Mejía Mejía, padre político de la menor, dijo que ahora siente un gran temor y desconfianza, por lo que posiblemente buscará una nuevo sitio donde habitar.
"Aunque uno no tiene recursos, porque incluso ahora nos dicen que este lote donde tenemos la casita no es nosotros, con seguridad me iré a vivir a otro lado", aseguró.
Este hombre, de 43 años, quien labora en una empresa exportadora de plantas ornamentales, dijo que depende de ese salario para llevar sustento a la familia.
"Aunque uno supone quién pudo haber sido, no hay pruebas para decir que es él.
"Yo, a ella (Josebeth) la tengo desde que tenía año y cuatro meses. Ella no le ha hecho tortas a nadie; por eso me quedé sin palabras con esto que le hicieron.
"Cómo puede uno tener la seguridad y la confianza aquí. No entiendo qué pudo haber pasado, si no hay jaranas de por medio. Yo no tomo licor, no bailo, yo no le robo nada a nadie. No hay enojo de nada; entonces, ¿cuál es el motivo para matarla?", aseguró Mejía.
Este agricultor manifestó que tampoco va a tomar la justicia por las manos.
"Estuve tentado de irle a preguntar a él (un vecino) qué fue lo que pasó, pero que sean las autoridades las que determinen quién en el culpable, pero no quiero quedarme aquí", concluyó.
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