Paraíso, Cartago. La CNE declaró ayer el estado de emergencia y alerta roja en la comunidad de Jucó , en Orosi, en este cantón cartaginés, debido a un nuevo deslizamiento de tierra y lodo.
El derrumbe también afectó el poblado de La Anita, víctima del descenso de material que se originó desde la semana pasada en lo alto de la quebrada Granados.
La tierra y el lodo, que empezaron a desplazarse cerca de las 12.30 p. m. de ayer, llegaron a la carretera principal, dañaron el puente de Jucó y atascaron el de La Anita.
Quedó así cortado el enlace con Palomo y Río Macho, por la ruta de Orosi.
La Fuerza Pública y los miembros del comité local de emergencias se abrían paso por la carretera a través del barro, que les llegaba hasta las rodillas.
Mientras, los back hoe y los retroexcavadores limpiaban el cauce del río para destapar las bocas de los puentes.
Las viviendas sobrevivieron al deslizamiento y nadie sufrió daños físicos.
Alerta máxima. Según aseguró Francisco Brenes, coordinador del comité local, el sistema de alertas se activó a tiempo y el plan de evacuación, a través de Palomo, Cachí y Paraíso, funcionó de forma "sobresaliente".
Avanzada la tarde, sin embargo, se declaró el estado de alerta máxima pues la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) estima que aún quedan unos 225.000 metros cúbicos de lodo y tierra por caer en lo alto de la quebrada Granados.
A pesar del peligro, algunos vecinos contemplaban el panorama desde las puertas de sus hogares, reacios a dejarlos a merced de las fuerzas de la naturaleza, y a la espera de nueva información .
"No nos movemos porque todo el material que tenía que bajar ya bajó", dijo -convencido- Eric Vega, de 23 años.
Frente a estos casos, las autoridades no poseen la competencia legal para echarlos por la fuerza.
No obstante, Julio Madrigal, geólogo de la CNE, advirtió que por el riesgo que corren hay por lo menos ocho familias que deben salir.
De negarse, la Fuerza Pública las harán firmar un documento para eximir de responsabilidades a los cuerpos de socorro, en caso de que ocurra una avalancha.
Alcides Arce, director regional de la Fuerza Pública de Cartago, aseguró que lo más difícil del día fue lidiar con algunos lugareños y conseguir que se retiraran para protegerse y para que las máquinas pudieran trabajar.
Los había también más precavidos, quienes abandonaban sus casas con algunas de sus pertenencias a cuestas.
"La semana pasada estudiamos la posibilidad de ubicar, en un futuro, a todas las familias de Orosi en un terreno del ICE en Río Macho, para evitar tragedias, y se lo queremos plantear al presidente de la República", declaró Brenes.