Puerto España. EFE y Redacción. Tras el pitazo final en Bahrein, miles de aficionados trinitenses salieron a las calles con banderas a festejar ruidosamente la victoria más importante en la historia futbolera de su país.
Trinidad entera quedó paralizada por el boleto mundialista.
La gente bailaba en la calle, el tráfico de vehículos quedó totalmente detenido y algunos restaurantes hasta regalaron comida y bebidas para festejar.
En las primeras horas de celebración se reportó un lesionado: un taxista sufrió un ataque al corazón en medio de la algarabía.
"Hay una fiesta gigantesca que va de un extremo al otro del territorio nacional. Es una locura", declaró a La Nación el periodista Keith Clement, del diario The Guardian .
Sigue. Se espera que la celebración continúe y retome fuerza hoy cuando la selección arribe a Puerto España, a las 2 p. m. hora local (12 m. de Costa Rica) proveniente de Bahrein en un chárter.
Y el carnaval podría seguir mañana: el primer ministro de Trinidad, Patrick Manning, anunció que estudia declarar feriado este viernes.
"No lloré en 1989 (cuando quedaron eliminados en la última fecha de la eliminatoria), pero lloro ahora", dijo el fanático Darren Mora, quien deambulaba feliz por las calles de la capital.