Praga. EFE. La República Checa huye de las confianzas para el partido de vuelta contra Noruega, a pesar de que el triunfo logrado hace tres días en Oslo (0-1) aumenta más la condición de clara favorita con la que partió en la serie.
Jugadores y técnicos han llamado a la prudencia para evitar un exceso de relajación, recordando el batacazo sufrido hace cuatro años, cuando una inesperada derrota en Praga contra Bélgica (0-1) apartó a los checos del Mundial.
Milan Baros ha sido uno de los que más ha apelado al pasado para evitar una nueva decepción y ha instado a la necesidad de marcar rápido un gol que deje al rival sin esperanzas, aunque sin olvidar que es Noruega la que debe arriesgar más.
No obstante, parece difícil que, por lo visto en Oslo, Noruega tenga alguna posibilidad. El juego será a la 1:15 p. m. (hora tica).