Muchas de las personas que distribuyen lotería y chances son revendedores, pues no tienen una "cuota" de la Junta de Protección Social de San José (JPS).
Aunque la Junta conoce bien este negocio, no lo puede controlar pues la ley no se lo permite. Incluso, no puede decomisar lotería que se vende más cara.
Luis Polinaris, gerente general de la JPS, indicó que hay 2.400 vendedores autorizados, pero reconoció que existe un número importante de revendedores, aunque no tiene un dato exacto.
El chancero oficial de lotería tiene un margen de ganancia del 12% sobre la venta.
Según Polinaris, algunos chanceros oficiales venden la lotería, chances y raspaditas a un intermediario y se ganan un 4%.
A su vez, el intermediario se deja un 5% y distribuye los productos entre otros revendedores, quienes apenas se ganan el 3% del valor.
Un revendedor de lotería de Alajuela, quien pidió mantener su nombre en el anonimato, dijo que esta distribución se hace porque muchos chanceros oficiales no tienen el dinero suficiente para comprarle a la Junta todos los productos que le corresponden por cuota.
Por ello, buscan a intermediarios que sí tienen dinero.
Otro chancero de Orotina afirmó que vende la lotería más cara para aumentar su ganancia, porque es revendedor.
Polinaris afirmó que los 2.400 chanceros oficiales pueden vender la lotería más barata, pero no más cara que el precio oficial.
Aseguró que la Ley de loterías solo los faculta para sancionar al vendedor de lotería oficial que distribuya los pedacitos más caros, quienes incluso se exponen a perder la concesión.
"Con los revendedores no tenemos potestad para sancionarlos, debe ser el Ministerio de Economía el que debe intervenir en caso de que vendan lotería al precio que no es el oficial", aseguró Polinaris a La Nación .