Barcelona, 1 feb (EFE).- Frank Rijkaard, entrenador del Barcelona, prefirió hoy no criticar la labor del árbitro del partido de Copa del Rey ante el Zaragoza (2-1), Rodríguez Santiago, amparándose en el argumento de que hablar del colegiado "sería demasiado fácil" y en la inutilidad de valorar el arbitraje en la medida en la que "todo el mundo lo ha visto".
El holandés reconoció que verse fuera de la Copa "es una lástima", pero no quiso apuntar al árbitro como responsable de la eliminación. "Si hubiésemos metido dos goles más nadie hablaría del árbitro, no podemos quejarnos de él porque además sería algo demasiado fácil".
"Todo el mundo ha visto el partido y todo el mundo puede opinar, yo sólo puedo felicitar a mis jugadores y a la afición", dijo Rijkaard.
Pese a ello, el técnico desveló que Ronaldinho, expulsado en el minuto 38 tras una entrada a Cani, "aún no entiende por qué le han expulsado".
Entre los aspectos positivos de la eliminación, Rijkaard destacó la actitud y colocación de sus jugadores y reconoció que lo mejor de caerse de la Copa es tener más tiempo para preparar el enfrentamiento de la Liga de Campeones ante el Chelsea.
"Debemos digerir este momento, porque nos quedan por delante muchos partidos importantes", añadió Rijkaard, quien también señaló como positivo el desgaste físico de su equipo. "Eso quiere decir que estamos bien", apostilló. EFE
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