Las evaluaciones de riesgo a entidades financieras por parte de empresas internacionales y locales, reconocidas y autorizadas por los entes reguladores, son una herramienta adicional que brinda confianza al sistema financiero y da más transparencia al sector.
Los inversionistas reciben información adicional sobre las entidades, por medio de revisiones y evaluaciones realizadas en forma imparcial por un tercero, que refuerza la supervisión ya existente de las superintendencias de entidades.
Así, la información financiera que ya es pública es nuevamente evaluada, en beneficio de los usuarios de servicios financieros y de los potenciales inversionistas interesados en adquirir títulos valores o en constatar la solidez de la entidad, con la cual manejan sus negocios mediante productos bancarios y financieros.
Para la entidad financiera también trae beneficios pues pone a disposición del público mayor información sobre su desempeño financiero y una evaluación del perfil y manejo de los riesgos inherentes a su operación.
Las evaluaciones realizadas por las empresas calificadoras de riesgo incluyen análisis de desempeño, administración de riesgo, riesgo de crédito, riesgo de mercado, fondeo y estructura del capital. Estas áreas se clasifican según indicadores que muestran el comportamiento interno de la entidad y su posición en el mercado financiero. Con este análisis se otorgan calificaciones según las escalas utilizadas por cada calificadora.
Es notorio el esfuerzo que en los últimos años regulados y reguladores han realizado por dar al público herramientas de análisis e información suficiente para sus decisiones de inversión y como protección de los inversionistas.
Falta aún incrementar el uso de estas fuentes adicionales, para que las decisiones de los usuarios sean tomadas con criterios basados en análisis de riesgos apropiados, evitando que se adopten sin conocimiento de toda la información disponible en el mercado.