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Solo había caras largas en el bando moncheño

Liberia. Rolando Araya caminaba despacio de la cancha al vestuario asignado a Ramonense. Arrastraba consigo la lesión que lo apartó del juego al minuto 37, y el desánimo de una derrota de última hora que casi los sentencia al descenso.
"No hay mucho que decir, ahora tenemos las cosas muy difíciles, tenemos que sacar todos los partidos que nos quedan", expresó, de manera amable, el capitán moncheño.
"Fue lo mismo que pasó contra Carmelita: una desatención nos costó el partido. Hoy (ayer) no se vio una diferencia entre ellos y nosotros. Se intentó, pero tal como hoy..." y la frase se quedó sin terminar porque el hombre no encontró las palabras para explicar una derrota cuando se jugaba el minuto 94.
Cuando ese gol cayó, Athim Roper solo atinó a cubrirse la cabeza con su camiseta. "Le duele a uno esto porque se luchó. Usted vio el partido y no merecíamos perder", indicó el atacante.
En medio de la incredulidad, Roper deslizó una petición: "Quiero pedirle a la gente de San Ramón que nos acompañe el miércoles (ante Alajuelense), vamos a tratar de darle una alegría. Un pueblo tan ameno no se merece esto. Hay que ganar".
Ramonense "torea" el descenso desde el Apertura, en el cual no ganó ningún partido y pasó 10 sin anotar. Luis Perla Bonilla llegó al banco poeta con el fin de rescatar la nave.
"Yo sabía que era difícil esto, pero no que era tan difícil. Hoy (ayer) vamos a rumiar la pena, mañana (hoy) vamos a ver de qué forma le hablamos a los muchachos porque el miércoles tenemos que volver a jugar.
"Hay que seguir luchando, Ramonense se merece más y el que vio el partido se dio cuenta de que Liberia no hizo mucho para ganar. Se intenta, pero siento que vamos de espalda, que vamos para atrás, para atrás.", manifestó.

  • POR Arnoldo Rivera J. / arivera@nacion.com
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