Cuando Kaká tenía 20 años, se dio el gran gusto de consagrarse pentacampeón mundial en la edición del 2002, pese a que no tuvo demasiado protagonismo en el torneo.
Solo jugó los últimos 19 minutos en la goleada 5-2 contra Costa Rica, en Suwón, Corea del Sur. Pero el habilidoso volante ofensivo de Brasil está muy agradecido de haber estado en ese encuentro.
"¿Cuántos jugadores esperan toda su vida para estar en un Mundial y no tienen la suerte de lograrlo? Yo no solo fui y jugué, sino que me consagré campeón", expresó con una gran madurez.
Cuatro años después irá a su segunda copa seguida en Alemania 2006, como pieza maestra en el esquema de juego del equipo que aspira a ganar su sexta corona.
Es indudable el progreso que tuvo para alguien considerado una de las mejores figuras brasileñas de la actualidad. Y claro, en Brasil aún buscan al nuevo Pelé . A uno de esos mitos, Zico , se le llamó en los 80 el Pelé blanco , sobrenombre que le dan a Kaká .
Ricardo Izecson dos Santos Leite, apodado Kaká por su hermano, nació en Brasilia el 22 de abril de 1982, pero creció en la capital paulista y tuvo una explosiva aparición en el equipo Sao Paulo del 2001.
Pero no destacó en las favelas (tugurios) con una bola de trapo, sino que se crió en una familia acomodada y culta. Cuando percibió sus primeros salarios millonarios, su prioridad fue financiar la incorporación de su hermano al mejor instituto paulista.
En el 2000 se salvó de milagro tras un grave percance en una piscina. Se fracturó una vertebra al saltar desde un trampolín y casi finaliza su carrera. Pero "creer en Jesús" le permitió recuperarse y ser un exitoso jugador.
Hoy, casado y con 23 años, es el motor y cerebro del Milan italiano, tras un traspaso de $10 millones. Allí ingresó en el 2003, cuando desplazó del club a Rivaldo.
Es un trabajador incansable, pero con creatividad, habilidad para el servicio y capacidad de remate para el gol. Su vínculo con el Milan se prolongará al 2010.