Juan Antonio Sanz
Tokio, 1 abr (EFE).- Las bolsas de Asia vivieron esta semana una euforia de transacciones que permitió a los mercados de esta región económica del planeta rozar sus cotas de compras más altas desde 1990.
Con los parqués de Tokio, Seúl y Taipei encabezando estas ganancias, en la última semana de intercambios no se dejó sentir con virulencia la inestabilidad que en los exportadores asiáticos produce la política de tipos de interés norteamericana.
Al contrario, en esta ocasión y pese a las recogidas de beneficios de las empresas del este y sudeste asiático, la tónica del avance fue favorecida por el impulso de la banca, el metal, minas y otros valores energéticos, como navíos insignia de la euforia compradora.
El índice Morgan Stanley Capital International para Asia-Pacifico y su análisis de 14 mercados de la región aumentó un 2,7 por ciento esta semana, hasta situarse en los 131,40 puntos, marca que rozó la cota alcanzada el 11 de enero de 1990.
La propulsión llegó de empresas mineras como la china Jiangxi Copper, que subió un 20 por ciento en Hong Kong, o el banco nipón Mitsubishi UFJ, la mayor entidad financiera del mundo en activos, con un avance del 6,5 por ciento.
Otros grupos financieros con notables resultados esta semana, también japoneses, fueron el Sumitomo Mitsui (con una subida del 4 por ciento) y el Mizuho (el segundo banco de Japón), con un aumento del 3,4 por ciento.
Japón renovó su fuerza inversora, apoyado por la creciente confianza empresarial en la segunda economía del mundo, lo que se reflejó el jueves en el estallido bursátil que puso al índice Nikkei por encima de los 17.000 puntos por primera vez en más de un lustro.
Ese día, ni siquiera el descenso del 1,7 por ciento advertido en el indicador de producción industrial de febrero afectó a la marcha alcista del parqué tokiota.
A este avance imparable contribuyó el retorno a la bolsa de los inversores individuales, recuperados del susto ocasionado por el escándalo en torno al fraude de la empresa de Internet Livedoor.
También ayudó a la subida, el final de la política de intereses cercanos a cero impuesta por el banco central nipón hace cinco años, motivado por la esperanza firme de batir de una vez por todas a la deflación galopante de los últimos años.
En su cómputo semanal, el índice Nikkei de los 225 principales valores de la bolsa de Tokio subió un notable 3 por ciento, tras quedar ayer viernes en los 17.059,66 puntos.
Más fuerza si cabe tuvo el índice Taiex de la plaza bursátil de Taipei, donde, gracias al fuerte interés de los inversores extranjeros en los valores tecnológicos, el indicador taiwanés se situó ayer en los 6.613,97 puntos, con un avance respecto al viernes anterior del 3,7 por ciento.
La bolsa de Seúl dejó de nuevo esta semana claro que Corea del Sur quiere convertirse en el alter ego de Japón en la economía asiática y marcó de nuevo un sustancioso avance semanal del 2,9 por ciento, quedando el índice Kospi en 1.359,60 puntos.
En las subidas destacó la del grupo financiero surcoreano Shinhan, el segundo mayor del país en activos, que marcó un alza semanal del 5,3 por ciento.
En Hong Kong, el índice Hang Seng alcanzó el viernes los 15.805,04 puntos, con una subida respecto a la semana pasada del 0,56 por ciento.
Ese alza fue del 0,88 por ciento en el mercado indonesio de Yakarta, donde el índice JCI de la bolsa de valores de Yakarta se situó ayer en 1.322,97 puntos.
En Tailandia, la subida semanal fue del 0,32 por ciento en el índice SET de la bolsa de Bangkok, que terminó el viernes en 733,25 puntos.
Para el parqué de Kuala Lumpur, esta semana apenas hubo variaciones en el índice KLCI, que cerró ayer con 926,63 puntos, apenas un 0,05 por ciento de avance respecto al viernes de la semana anterior.
Las únicas pérdidas del sudeste asiático se registraron en Manila, donde el índice Phisix de esa plaza financiera se estableció al cierre de los mercados del viernes en los 2.195,95 puntos, pero arrastró una caída semanal del 0,55 por ciento. EFE
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