Por Montserrat Vendrell
Naciones Unidas, 1 abr (EFE).- Los países de ingresos medios se han movilizado para que la ONU y sus agencias promuevan estrategias especiales para su desarrollo, que vayan más allá de la asistencia oficial que reciben los más pobres.
La Asamblea General está enfrascada en la discusión de cómo dar una mayor coherencia al sistema de la ONU en áreas como el desarrollo, la asistencia humanitaria y el medio ambiente, aspectos de la reforma que fueron aprobados por los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre mundial de septiembre de 2005.
Mientras que la mayoría de países nórdicos y europeos abogan por centrar la atención en la asistencia oficial al desarrollo, las naciones de renta media, entre ellas la mayoría de Latinoamérica, se sienten discriminadas y propugnan porque en la "nueva arquitectura para el desarrollo de la ONU" se tengan en cuenta sus necesidades.
Argentina, junto a Cuba y Egipto, lidera la batalla para lograr que las operaciones y actividades de la ONU vayan más allá de la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
El embajador de Argentina ante las Naciones Unidas, César Mayoral, señaló a EFE que "los países intermedios no requieren de asistencia, sino de una mayor apertura de la relaciones comerciales con los países ricos e inversiones".
El diplomático se quejó de que los países de ingresos medios continúan estando en la misma cesta de las naciones en desarrollo cuando se trata de reclamarles acciones concretas como mejorar la gobernabilidad, la transparencia y combatir las corrupción.
Asimismo, los países ricos mencionan a los intermedios como ejemplo cuando se trata de divulgar estadísticas de los avances en los Objetivos del Milenio, por ser los que más progreso han experimentado, anotó.
Sin embargo, se lamentó de que cuando los países ricos muestran la asistencia oficial al desarrollo que ofrecen a las naciones pobres, no aparecen los de renta media.
Los compromisos de la cumbre de financiación al desarrollo de Monterrey (México), en 2002, "se han quedado reducidos a términos de asistencia únicamente", aseguró.
"Nos parece excelente que ayuden a estas naciones más subdesarrolladas, pero también deberían considerar estrategias para que los países intermedios puedan progresar económica y socialmente", agregó.
Mayoral abogó por una mayor asociación entre los países en desarrollo y los de ingresos medios, a través de mayores relaciones comerciales, más flexibilidad en las políticas migratorias, soluciones específicas para el endeudamiento e inversiones.
"No competimos por ayuda, sino que necesitamos otro tipo de colaboración. Necesitamos una mayor cooperación norte-sur, para que luego nosotros podamos potenciar las relaciones sur-sur", anotó.
El embajador argentino señaló que su país está siguiendo muy de cerca las discusiones sobre la racionalización de los órganos y agencias de la ONU, pues es un tema de la reforma del organismo que puede tener una incidencia decisiva en los países de renta media.
"Nuestro objetivo es velar por el funcionamiento y el rol de nuestros países. Existen grandes diferentes entre los países ricos y pobres sobre la estrategia de racionalización de las operaciones de las agencias de la ONU, y debemos encontrar un punto intermedio", subrayó.
La racionalización del sistema de la ONU para lograr una mayor coherencia se debatirá la próxima semana en Madrid en una reunión de los directores de las agencias del organismo internacional, en la que participará el secretario general, Kofi Annan.
Sobre la mesa existen algunas propuestas preliminares, presentadas por varios países europeos, que contemplan unificar organismos y centralizar los programas destinados al desarrollo.
El embajador español ante la ONU, Juan Antonio Yañez-Barnuevo, manifestó que dentro de la política de la Unión Europea (UE), "España no sólo quiere mantener el foco en los países menos adelantados, sino que también está comprometido con la ayuda y la cooperación de los países de renta media". EFE
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